El diario Nueva Era, de Tandil, cumple 100 años
Fue el único diario de esa ciudad por tres décadas y es ejemplo de la libertad de expresión
El diario Nueva Era, de Tandil, cumplió ayer cien años. Fundado el 1º de octubre de 1919 por el escribano José Antonio Cabral, con una edición matutina y otra vespertina, fue el único diario de esa ciudad durante cerca de treinta años.
Acababa de terminar la Primera Guerra Mundial y comenzaba entonces un difícil tiempo nuevo. Desde sus inicios, la publicación y sus fundadores debieron enfrentar toda clase de tempestades: clausuras, restricciones de papel. Pero nada aminoró la lucha de Cabral. En 1952, falleció el "viejo león" radical, como lo llamaban sus correligionarios. Su hijo, también llamado José Antonio, un joven escribano de 45 años con vuelo empresario, tomó la posta. Levantó el nuevo edificio, cambió la planta impresora, estuvo entre los fundadores de ADEPA y expresó en las asambleas sus convicciones sobre la libertad de prensa y la defensa de la democracia. Igual que su padre, participó en política, embanderado en un radicalismo fervoroso que siguió la ruta frondizista. Fue, además, vicepresidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
En 1966 su deceso sacudió la estructura familiar y periodística. Su esposa, Leonor Diez, ocupó la dirección del diario, hasta que delegó la conducción en su yerno, Aníbal Filippini, y en sus dos hijas.
La década de 1970 y las posteriores trajeron nuevas tecnologías (impresión a frío, computadoras, internet); una revolución en las comunicaciones. Nada quedó por renovar: el edificio, los sistemas, la diagramación y hasta una dinámica de la que surgieron excelentes periodistas que honran al diario con su prestigio. El fallecimiento de Filippini, en 2012, dio lugar a una cuarta generación guiada por las hijas del escribano. Hasta la actualidad, ninguno ha dejado de trabajar con ahínco.