El regreso de Campanella-Sacheri
El ganador del Oscar prepara un film de animación a partir de un cuento de Fontanarrosa. Escribió el guión junto con Eduardo Sacheri: la misma dupla de El secreto de sus ojos
Un cuento de Roberto Fontanarrosa fue el disparador del proyecto que volvió a reunir al cineasta Juan José Campanella y al escritor Eduardo Sacheri después del éxito de El secreto de sus ojos . Metegol , título provisional de la película de animación que dirigirá Campanella el año próximo, está inspirada en "Memorias de un wing derecho", del libro El mundo ha vivido equivocado . De la historia original (un jugador de fútbol que narra sus desventuras en la cancha) sólo quedó la idea que atrajo al director desde el comienzo: los muñecos de un metegol cobran vida para protagonizar el partido más importante de sus vidas.
Mucho antes de que surgiera este plan, Campanella ya pensaba en hacer un film animado. "Fue el primer género que me gustó como espectador -cuenta-. Cuando me acercaron el texto, me pareció ideal para incursionar en el mundo de la animación. Hace más de tres años que trabajo en este proyecto. Durante ese tiempo, me concentré en el desarrollo de los personajes y en hacer un boceto animado para vender a posibles inversores. Como parte de ese proceso, escribí un guión basado en el personaje de Fontanarrosa. Pero como el cuento es, básicamente, un gran monólogo, y no tiene demasiado desarrollo, hubo que crear una aventura. Aquel primer guión mío era muy fallido, y llamé a Eduardo para que lo reescribiera. Lo primero que hizo fue leer el borrador y darlo vuelta como una media. Aunque no es una historia sobre fútbol, tiene esos códigos, que Eduardo conoce muy bien. Además, él introdujo cambios muy profundos, que hacen al tronco emocional de la trama."
Sacheri y Campanella reescribieron el guión de Metegol juntos, pero por separado. Después de largas charlas en las que se repartían las escenas, cada uno trabajaba en su casa. Finalmente, corregían y reescribían a partir de las observaciones del otro. "Cuando escribís para cine, el trabajo con la palabra es mucho más esquemático que en la literatura. Tenés que concentrarte en hacer una trama verosímil, interesante, que cierre. Estás más atento a la coherencia que a la belleza, mientras que cuando uno escribe ficción se puede demorar en la palabra desde un costado mucho más estético", dice Sacheri en la entrevista conjunta, realizada en la productora Cien Bares.
Según Campanella, el primer desafío al que se enfrentó para armar el guión fue pensar en el público infantil como espectador, ya que el film está dirigido a toda la familia. "Fue algo nuevo para mí. También me costó pensar que se trata de un mundo de fantasía, en el que todo es posible. Como suelo trabajar con escasos recursos, limito mis ideas. Me olvido de que con los dibujos podemos hacer lo que queramos. Esa libertad me resultó extraña."
Después del guión llegó la etapa del casting para elegir las voces de los personajes. Otro reto para Campanella, acostumbrado a pensar en los actores como un todo. En paralelo, los dibujantes empezaron a desarrollar el storyboard (dibujos de cada escena) para hacer luego el animatic (filmación del storyboard ). "Son pasos fundamentales en la animación -dijo el director-. Son dos oportunidades de mejorar el guión: cuando uno lo ve filmado, puede detectar si algo no funciona. Terminar la película va a llevar entre un año y medio y dos, mucho más que una filmación convencional. Estoy muy entusiasmado con este proyecto. Todo el proceso creativo fue un gran aprendizaje."