Dolorosamente ha repercutido en el ámbito literario la muerte de la escritora Marta Giménez Pastor, fallecida a los 79 años en esta ciudad. De larga trayectoria docente, se dedicó en profundidad al mágico mundo de la poesía y la literatura infantil.
Nacida en la ciudad pampeana de General Pico, en su infancia soñó con ser bailarina, pintora, actriz y modelo. En su juventud se recibió de maestra y su vida pasó a estar intensamente ligada a la docencia: trabajó durante ocho años en el Consejo Nacional de Educación.
Poco a poco, su pasión por la poesía fue haciéndose realidad. En 1948 publicó su primer libro de poemas, "Canciones para el mar y los caminos", una edición que pagó con su sueldo de maestra. Desde entonces se volcó a la poesía, vocación que nunca abandonó. "Acaso los dos fuéramos follaje" y "Cosas de la vida" son algunas de sus obras más reconocidas.
Tardó mucho en darse cuenta de que su camino literario iba a estar dirigido a los niños. Luego de escribir varios libros de poesía y textos escolares, ganó, en 1970, un premio del Fondo Nacional de las Artes por la obra infantil "Versos en sube y baja". Tras este reconocimiento llegaron "Miau", "Corazón de galletita", "Queridos animalitos" y "Pajaritos para Carolina", entre otras obras.
La vida de la autora, quien también colaboró en la página infantil de La Nación , se pobló de viajes, becas e invitaciones, además de los tres años que pasó en Venezuela, donde dictó cátedras de literatura infantil en la universidad. Tras dedicarse con afán a los libros para chicos, retomó en sus últimos años la literatura para adultos, trabajando intensamente en su última obra, "Mujeres en tango", aún sin publicar.
Casada con el poeta y periodista José Daniel Viacava, de reconocida trayectoria en LA NACION, fue madre de tres hijos, Conrado, Alejandra y Mireya. Supo transmitir a su familia sus valores y convicciones. Se recordarán especialmente su bondad, su sensibilidad y su sentido del humor.
Sus restos fueron sepultados en el cementerio Jardín de Paz.
