Infiernos residuales
Felipe Fernández
Antártida es el primer libro de la escritora irlandesa Claire Keegan y fue publicado originalmente en 1999. Se compone de quince cuentos que transitan por los escenarios de Irlanda, el sur de Estados Unidos e Inglaterra. Sus argumentos eluden la curiosidad rápida y merecen una segunda lectura. En ellos los pequeños detalles, lo sugerido y lo tácito desempeñan un papel fundamental. Lo que no se dice pesa tanto como la información suministrada, y algunos dejan la sensación de que uno se ha perdido el dato esencial que le deparará una revelación bien educada.
La geografía norteamericana ambienta seis relatos. "Donde el agua es más profunda" está dividido en breves escenas que exudan una amenaza imperceptible y se centra en la relación de una niñera con el niño a su cargo. "Suba si se anima" presenta la cita a ciegas de una mujer, desilusionada de su esposo, que busca el vértigo de una aventura. El suspenso se adueña de "Siempre hay que tener mucho cuidado" cuando el dueño de un bote de pesca descubre que su pasajero ha asesinado a su novia. En "Sopa de pasaporte" una esposa responsabiliza a su marido de la desaparición de su única hija, y un hermetismo amargo rodea el episodio de violación de "El olor del invierno". Un desenlace simbólico cierra "Quemaduras", que muestra a unos chicos traumatizados por las agresiones sufridas a manos de una madre sádica.
Keegan evita dar demasiadas precisiones sobre los sentimientos que guían a sus personajes, como si ellos mismos no estuvieran muy seguros de las fuerzas emocionales que los impulsan. Así sucede, por ejemplo, con las hermanas de "La cajera que canta", una historia que hace referencia al caso de dos famosos asesinos seriales británicos. "Antártida" también transcurre en Inglaterra y trata sobre una "mujer felizmente casada" que se pregunta "cómo sería dormir con otro hombre" y decide averiguarlo.
El resto de los cuentos se sitúan en Irlanda. Este conjunto despliega estructuras narrativas más cercanas a la Keegan de Recorre los campos azules . Excepto "Nombre raro para un niño" (el encuentro de una muchacha con un amante fugaz para decirle que quedó embarazada de él), todos se inscriben en el espacio rural.
"Hombres y mujeres" ofrece la perspectiva de una niña para describir, mediante una serie de sutiles elementos, el machismo imperante en una familia. El sometimiento a un sistema patriarcal resurge en "Tormentas", a través de una rebelión desolada, y en "Hermanas", que combina la figura de un padre tiránico con la rivalidad entre sus dos hijas.
Una tragedia fruto del azar alimenta la trama de "Las palmeras en llamas". El despertar sexual de una chica maliciosamente inocente desencadena otra tragedia en "El sermón de Ginger Rogers"; y "Amor en el pasto alto" desarrolla el romance furtivo entre un doctor casado y una granjera solitaria.
De Antártida se desprenden infiernos residuales. Una acritud sombría se va depositando a lo largo de sus páginas con la naturalidad de una sedimentación progresiva cuya materia son los desencuentros afectivos, el infatigable enfrentamiento entre el mundo femenino y el masculino, las infancias destrozadas y la violencia doméstica, desde sus formas más disimuladas hasta el horror del crimen.
© LA NACION
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