La larga marcha de la deuda externa
LA MALDITA HERENCIA Por Martín Kanenguiser-(Sudamericana)-255 páginas-($ 27,50)
El libro La maldita herencia exhibe análisis objetivo y falta de prejuicio ideológico y esto es lo más valioso que tiene, junto con el minucioso trabajo de recolección de datos, de cifras y también de anécdotas que lo transforman en un relato difícil de abandonar. Cuesta pensar cómo un libro así no se escribió antes. La mayoría de las obras que han aparecido sobre el tema lo han encarado siempre desde un ángulo ideológico, con la inteción de demostrar algo acerca de la realidad económica argentina. Y la gran virtud del libro de Kanenguiser es que narra casi ingenuamente, porque las conclusiones están implícitas: la sucesión de fracasos, las euforias, las diversas situaciones que el autor relata tan bien y que van constituyendo esta historia.
En realidad, éste es un libro sobre toda la economía argentina, pero la deuda es como la mochila que se va pasando uno a otro: los planes caen, la gente cambia pero la deuda fue la pesada carga que marcó los últimos treinta años de la vida argentina. Por eso, pese a que el período que se analiza es el de los últimos 27 años, la historia se remonta aún más atrás. La Argentina de los últimos 50 años se caracteriza por su tendencia a resolver problemas tomando atajos; a veces el atajo monetarista, otras el dirigista. La idea de vivir con lo nuestro, la de tener los depósitos nacionalizados como en los años 70 también eran atajos; aunque de otro carácter ideológico, eran también políticas económicas que no entendían o no aceptaban que el progreso de la Argentina debía producirse paso a paso, al igual que el de los otros países del mundo.
La maldita herencia muestra que fuimos manejados por gerentes financieros. De la lectura se desprende que los únicos que trabajaron en la conducción económica del país fueron los que iban todo el tiempo a Nueva York a refinanciar la deuda. ¿Qué hacía el resto?, ¿cómo se generaba el crecimiento del país?
En la práctica esto fue así: fuimos un país dominado por economistas ultracreativos, pero poco adictos a las soluciones que funcionaron en otros países, las soluciones del paso a paso, de la tarea aburrida y poco espectacular de trabajar, ser austero y competitivo. Esta es la gran lección que los argentinos tenemos que extraer de lo que Martín Kanenguiser cuenta en su libro.
Más leídas de Cultura
Que sí, que no. El secretario de Cultura no asistirá a la apertura de la Feria del Libro y por primera vez el gobierno deja vacante su lugar
La historia de Billiken. Nostalgia, recuerdos entrañables de la infancia y diferentes formas en las que una revista te puede cambiar la vida
Lectura y escritura. 20 frases destacadas para compartir en el Día del Libro