
Lars Gustafsson: escritor, filósofo y artista, fue una voz crítica del socialismo sueco
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BERLÍN.- El escritor y filósofo a quienes algunos llamaban "el Borges sueco", Lars Gustafsson, murió anteanoche, a los 79 años, informó ayer EFE.
Había publicado su primera novela, Vägvila, en 1957, aunque celebró su verdadero debut dos daños después con la publicación de Los últimos días y la muerte del poeta Brumbergs (1959). Al igual que el autor argentino, Gustafsson fue candidato al Premio Nobel de Literatura, pero nunca logró alcanzar esa distinción. Autor de más de 60 títulos, entre ellos, La lana, La muerte de un apicultor, La tarde de un solador, Música fúnebre para masones y Fiesta familiar, fue filósofo, poeta, editor, profesor, traductor y columnista, además de un exitoso dramaturgo y artista.
En los 70 se caracterizó por su feroz crítica a las figuras del pensamiento socialista que, según su criterio, dominaban la vida cultural sueca, que veía marcada también por lo provinciano.
Tras doctorarse, en 1978, en filosofía teórica comenzó su carrera académica que lo llevó a la Universidad de Texas, en Austin (Estados Unidos), donde fue profesor de filosofía y filología alemana hasta 2006.
Participó en el debate sobre la digitalización y los derechos de autor y fue un firme defensor del papel de Internet en la difusión de información, arte y cultura. Entre otras distinciones internacionales obtuvo el Premio Thomas Mann 2015 por "la gran influencia que tuvo en Alemania".




