Memoria y porvenir
Por Adriana Rosenberg
Es un orgullo presentar la exhibición El tiempo del arte. Obras del siglo XVI al XXI, en colaboración con la Galleria d´ Arte Moderna e Contemporanea de Bérgamo (Gamec), y con el patrimonio antiguo cedido por la Accademia Carrara. Esta muestra es la confirmación del plan expositivo que Proa diseñó para su nueva etapa, que consolida las miradas contemporáneas no sólo acerca del presente sino también de la historia del arte.
La exhibición reflexiona sobre el valor de las imágenes a través del tiempo. Como señala Didi-Huberman, en su ensayo publicado en nuestro catálogo: "La imagen a menudo tiene más de memoria y más de porvenir que el ser que la mira".
Este conjunto de obras, reunidas por el curador Giacinto Di Pietrantonio, ratifica el gesto audaz y valiente de proponer un diálogo que atraviesa cinco siglos de historia del arte, al quebrar la cronología temporal y permitir la reflexión sobre las grandes cuestiones que afligen al hombre: el poder, lo cotidiano, el cuerpo, la mente, la vida, la muerte, el amor y el odio.
El proyecto nació cuando la Accademia Carrara cerró sus puertas en forma temporaria para refaccionar su sede y puso a disposición su colección, uno de los patrimonios más notables de Italia. Proa tomó el compromiso con la Gamec de exhibir la muestra. En la versión local, el curador decidió incluir un destacado grupo de obras de nuestra región, para reflejar cómo, desde distintas culturas, regiones y tiempos, los artistas establecen un territorio común libre de fronteras y nacionalidades. El resultado es una exposición donde se presentan 107 obras, desde el siglo XVI hasta el presente. Fue visitada hasta ahora por más de 10.000 visitantes y por una gran cantidad de escuelas y estudiantes, con los que trabajó el equipo educativo de Proa.
El tiempo del arte es el resultado de numerosas voluntades y sueños, de artistas, gestores, instituciones y auspiciantes. Juntos decidimos producir esta muestra con el objetivo de contribuir a la evolución de nuestra cultura. Para todos ellos, así como a coleccionistas, a la embajada de Italia y a Tenaris, por el apoyo brindado, nuestro mayor reconocimiento.
La autora es directora de Fundación Proa