¿Menos pobres, más trabajo?
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Dudar de los números oficiales era un clásico después de que el kirchnerismo hizo estallar el prestigio del Indec con sus malversaciones. Tras su final, el instituto recuperó su credibilidad. Pero cuando el bolsillo aprieta, no falta el incrédulo que diga: “¿A quién le quieren hacer creer que la inflación es 2 o 3%? ¡Es mucho más, basta con ir a hacer las compras!" Como periodistas, tratamos de explicar detalles que aclararían esa confusión ante quien la plantee. Que son promedios, que el Indec mide una canasta de consumo típica para un momento determinado, que depende de lo que cada uno compre a diario. Y que es cierto, esa canasta tiene un par de décadas y hoy la estructura de consumo es bastante diferente. Algo que el instituto está modificando con ese objetivo. Festejar que la inflación haya bajado del 211% anual al 30% tiene sentido, pero no es aconsejable insistir en tiempos de estrecheces como los actuales. Tampoco 30% es una inflación lógica si miramos a los vecinos.
Lo mismo corre para la insistencia oficial en que “sacamos de la pobreza a 12 millones de personas”. O que el desempleo se redujo al 6,6% de la población. Es probable que cierta mejora en los ingresos de esos 12 millones de argentinos los haya sacado de aquel nivel estadístico. Y que algunos hayan conseguido un trabajo. Basta caminar un poco la calle para advertir que no hay mucho para festejar.








