El Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) lleva adelante más de 60 proyectos para el estudio del acervo cultural en distintas localidades del país
De las cumbres andinas a la costa patagónica, el patrimonio arqueológico y antropológico nacional ha sido y es objeto de registro, investigación e impulso de políticas de preservación por parte del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), que hoy celebra su 80 aniversario.
Más de 60 proyectos estudian el acervo cultural de comunidades actuales y pasadas en relación a aspectos como la historia precolombina, la diversidad lingüística, los naufragios históricos registrados en el sur del país o los paisajes culturales como el sistema vial andino del Qhapaq Ñan en el Noroeste y Cuyo o Campo del Cielo y sus cráteres y meteoritos en Chaco y Santiago del Estero.
¿Qué investigan hoy los científicos bajo las gélidas aguas australes? ¿Cuándo y cómo se poblaron por primera vez las distintas regiones del actual territorio argentino? ¿Cuál es el significado de las apachetas (acumulaciones de piedras) colocadas por los caminantes en los portezuelos montañosos del viejo camino inca hoy Patrimonio de la Humanidad? ¿Qué sitios constituyen lugares sagrados para el pueblo moqoit? ¿Cuáles son medidas de gestión sostenible para la Cueva de las Manos? ¿En qué estado se encuentran las lenguas indígenas y dentro de qué dinámicas se insertan las comunidades migrantes? Científicos del Instituto comparten con LA NACION parte de las preguntas a las que se enfrentan y el avance en la senda del conocimiento y puesta en valor del patrimonio cultural.
“El INAPL está atento y disponible para un país mucho más urbano que hace 80 años, con una población indígena que diseña sus propias propuestas y discute las que le son impuestas, y con un mundo académico que revisa sus propias prácticas”, destaca Leonor Acuña, directora de la institución. La titular y lingüista explica que, desde su creación en 1943 como Instituto de la Tradición por iniciativa del profesor Juan Alfonso Carrizo, la entidad incorporó cambios (también en su nomenclatura), que fueron acompañando nuevas acciones y tareas, hoy definidas atendiendo a las demandas y necesidades nacionales, de las provincias y de las comunidades, con fuerte impronta federalista y compromiso con el desarrollo local.
El INAPL realiza estudios de campo y de gabinete con investigadores propios y de CONICET con trayectoria y reconocimiento internacional en las áreas de la arqueología, antropología social, etnolingüística, sociología y pensamiento latinoamericano. Los investigadores participan en la planificación, conservación y gestión participativa del patrimonio arqueológico, entre el que figuran dos sitios de Patrimonio Mundial de la UNESCO: Cueva de las Manos y el itinerario cultural transnacional Qhapaq Ñan.
Además, el Instituto es la autoridad de aplicación de la Ley 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, y ha protagonizado restituciones sin precedentes de miles de bienes arqueológicos. Es autor de publicaciones especializadas, organiza y participa en reuniones académicas nacionales e internacionales y ha alcanzado el reconocimiento de organismos nacionales e internacionales como la Fundación Antorchas, la Fundación TyPA, la Wenner Gren Foundation, la OEA, la UNESCO o la National Geographic Society.
También dirige el Museo Nacional de las Comunidades, la Biblioteca Juan Alfonso Carrizo y el Área de Medios Audiovisuales, y cuenta con el RENYCOA (Registro Nacional de Yacimientos y Colecciones Arqueológicas) y con dos nuevas áreas transversales: una educativa y otra de gestión participativa con las comunidades locales e indígenas. La Asociación de Amigos del Instituto (AINA) colabora con la entidad en cuestiones edilicias y en publicaciones.
Qhapaq Ñan: 616 kilómetros de un sistema vial Patrimonio de la UNESCO
El itinerario cultural transnacional Qhapaq Ñan (“camino principal”, en quechua) es una extensa red de vías y estructuras relacionadas de comunicación, intercambio y defensa que se extendió por más de 30.000 kilómetros y que alcanzó su máxima expansión en el siglo XV con la consolidación del Estado Inca, según explica Victoria Sosa, socióloga especialista en planificación participativa del INAPL y secretaria técnica de la gestión del bien patrimonial en Argentina.
Declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2014, el sistema vial ancestral se compone de 137 segmentos de camino y 308 sitios arqueológicos del itinerario cultural distribuidos en los actuales países de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. A nivel local, se re registran 13 de esos segmentos y 32 sitios asociados en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza y en los parques Nacionales Aconquija y San Guillermo.
“Su construcción implicó desafíos logísticos extraordinarios, especialmente en el caso de los adoratorios erigidos en cumbres a más de 6.000 metros de altura, así como un manejo estratégico y cultural de las fronteras políticas para lograr la integración andina”, señala la experta. Y agrega: “El Qhapaq Ñan es un desafío de gestión sin precedentes en la historia del patrimonio mundial, ya que para su administración se deben tomar decisiones concertadas entre seis países, sus organismos nacionales y provinciales y las propias comunidades locales, depositarias de un patrimonio cultural inmaterial único, como es la cosmovisión andina. En este marco, el INAPL ejerce la Secretaría Técnica, es decir, la coordinación del trabajo federal y participativo para la protección, gestión y uso público de este itinerario cultural en la Argentina, y es punto focal ante el Comité Internacional, que elabora y eleva los informes que periódicamente solicita la UNESCO”.
“El proyecto logró construir un espacio de trabajo y toma de decisiones a partir del diálogo permanente entre la nación, siete provincias y alrededor de 20 comunidades locales mediante talleres federales, capacitaciones, investigaciones, registros culturales y subsidios para la conservación de las estructuras arqueológicas”, destaca Sosa.
Uno de los principales resultados de este proceso es la elaboración del Plan de Gestión Maestro del Qhapaq Ñan Argentina, tras casi siete años de trabajo, con lineamientos para su manejo federal e intercultural. Además, se publicaron tres libros de divulgación de distribución gratuita y material didáctico de nivel medio.
Campo del Cielo: un espacio sagrado
Campo de Cielo es una región de unos 200 kilómetros situada entre las provincias del Chaco y Santiago del Estero, donde hace 4.000 años impactó una lluvia de meteoritos que forman parte, junto a los cráteres generados tras su impacto sobre la superficie terrestre, de un paisaje cultural singular para el pueblo moqoit.
El INAPL realizó en este caso tareas de planificación y gestión participativa y de divulgación educativa bajo la dirección de la anterior Secretaría de Patrimonio Cultural de la Nación y el Instituto de Cultura del Chaco, dentro del proyecto de protección y puesta en valor del área. “Se coordinó el proceso de consulta previa, libre e informada, y posterior proceso de investigación participativa con referentes del pueblo moqoit del Chaco para relevar los elementos de la cosmovisión y el paisaje cultural asociados a Campo del Cielo y sus meteoritos, considerados objetos poderosos desde la perspectiva indígena”, apunta Sosa, quien encabezó las tareas junto a la investigadora Florencia Vecchione y el equipo de la Dirección de Patrimonio Cultural del Chaco. Se realizaron registros y piezas audiovisuales y se elaboró material didáctico estudiantil.
Arqueología subacuática
El área de Arqueología Subacuática del INAPL se creó en 1995 y cuenta con un equipo conformado por arqueólogos, gestores del patrimonio y especialistas de otras disciplinas. Su actividad principal es la investigación, orientada principalmente al estudio de naufragios históricos en el litoral marítimo de la Patagonia y Tierra del Fuego.
“Las investigaciones aportaron información novedosa relacionada con la actividad marítima en diversos períodos históricos, la cual fue publicada y presentada en reuniones científicas”, apunta Cristian Murray, arquitecto especializado en gestión del patrimonio cultural e investigador del Programa de Arqueología Subacuática del Instituto.
Los sitios donde se llevaron a cabo relevamientos han incluido el área del naufragio de la corbeta de guerra Swift en 1770, en Puerto Deseado, Santa Cruz; la costa norte de la península Mitre, en Tierra del Fuego, donde naufragaron numerosas embarcaciones y, entre otros emplazamientos, el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral, en Chubut, donde el equipo estudia cómo se llevaron a cabo las actividades de explotación de los recursos marinos en el siglo XIX.
El área desempeña en conjunto actividades de protección, inventario, difusión y puesta en valor de estos bienes, promueve la participación de las comunidades costeras y trabaja en coordinación con organismos provinciales bajo los lineamientos de la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.
Lenguas: estado de situación
En el área de los estudios etnolingüísticos, el INAPL desarrolla proyectos sobre la forma en que se relacionan las lenguas que conviven en contextos urbanos y rurales, algunos dialectos ya consolidados [como es el caso del español andino, resultado del contacto con el quechua y el aymara] e historias de hablantes indígenas con sus lenguas y sus comunidades.
“En todos los casos se abordan las necesidades de los hablantes en cuanto al conocimiento y uso de las lenguas, los prejuicios que enfrentan como bilingües y muy especialmente las formas de enfrentar el rol difícil e imprescindible de mediador entre lenguas y culturas”, señala la directora del Instituto y lingüista, Leonor Acuña.
El INAPL trabaja también en la sistematización de las lenguas indígenas según el estado en el que se encuentran, de cara a su fortalecimiento o revitalización. “Esto es muy valioso para las comunidades, poder reflexionar sobre la cultura, la cosmovisión y las políticas públicas”, opina Osvaldo Segovia, profesor de lengua y literatura wichi y asesora del INAPL. Y agrega: “La interculturalidad y la educación intercultural bilingüe aportan elementos para reflexionar sobre la propia lengua”.
Un Museo con más de 6.000 objetos
El Museo Nacional de las Comunidades (hasta el pasado octubre conocido como Museo Nacional del Hombre) es parte integral del INAPL y está ubicado en su sede de la calle 3 de Febrero 1378, en el barrio de Belgrano.
Entre las funciones del Instituto del decreto fundacional de 1943, además de la formación de investigadores y la organización de bibliotecas y archivos especializados, se incluye la creación de un museo. El Instituto funcionó inicialmente en la Academia Argentina de Letras, y en 1973 se trasladó a su actual ubicación, pero no fue hasta la década de 1980 que el Museo abrió sus salas al público. A partir de 1989, se le asignó una dirección propia, con una primera exhibición permanente centrada en la historia de los pueblos originarios de Argentina. Esa muestra tuvo su continuidad temática en la que se presenta actualmente en las salas bajo el título Siempre estuvimos aquí. Pueblos Originarios en Argentina, “la cual incorpora las nuevas perspectivas y experiencias sobre la enunciación e inscripción temporal de los pueblos”, explica María José Fernández, directora del área museística.
El Museo alberga unos 6.000 objetos en distintas colecciones formadas a partir de donaciones, adquisiciones y trabajos de campo de los investigadores a través del tiempo. Según su tipo y procedencia, figuran piezas de arqueología argentina y de Sudamérica con cerámicas, metales, textiles, piedras, cestería, instrumentos musicales y piezas artesanales de otros países como México, Bolivia, Brasil, Perú y Guatemala. En la colección etnográfica hay objetos pertenecientes a diversas comunidades de Argentina, Latinoamérica, Europa y África, con armas, piezas de cestería, máscaras, atuendos, accesorios de indumentaria, instrumentos musicales y amuletos.
Un hacha ceremonial de piedra tallada y grabada perteneciente a la cultura Aguada y procedente del NOA destaca entre las piezas del Museo, junto a representaciones de San La Muerte o el Santo de la paciencia; adornos cefálicos como una vincha qom de uso ritual tejida con lana, plumas y conchillas de Formosa; una tabaquera bordada de la comunidad mapuche o huevos de avestruz vaciados para almacenar y transportar agua con diseños zoomoformos procedentes de Botswana.
“Se han recuperado del tráfico ilícito gran cantidad de bienes”
El INAPL es la autoridad de aplicación en el ámbito nacional de la Ley 25743/03 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico. “El interés por el patrimonio arqueológico y por su protección es un tema instalado en nuestra sociedad. Se han registrado numerosas colecciones, aumentó el número de denuncias de particulares sobre posibles daños a yacimientos o su venta en línea, son cada vez más frecuentes las solicitudes de cursos de capacitación y se han recuperado del tráfico ilícito y restituido gran cantidad de bienes arqueológicos”, detalla Malena Vázquez, integrante del área. Mediante la articulación con las provincias y CABA, el Instituto genera políticas para la protección y gestión del patrimonio arqueológico y trabaja en la prevención del tráfico ilícito de bienes.
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