Nazis en la Argentina

La lectura de La auténtica Odessa. La fuga nazi a la Argentina de Perón produce, más allá de que ciertas vehementes afirmaciones pueden no ser compartidas, una sensación de amargura y horror ante los alcances de una operación vasta y concertada para librar de castigo a algunos de los máximos jerarcas del nazismo.

Desde que se tuvo la evidencia de que altos oficiales e ideólogos de la "solución final" residían en la Argentina, se publicaron numerosas notas y entrevistas a autorizados representantes de la política y la cultura, en tono de advertencia y denuncia. La difusión de estas cuestiones alcanzó gran auge ante la difícil y costosa operación organizada para secuestrar a Adolf Eichmann, sin el conocimiento oficial de las autoridades argentinas, con el fin de juzgarlo en Israel. Hubo también, en determinado momento, un desborde sensacionalista relacionado con la presunta presencia del mismo Hitler en nuestro territorio.

Pero hasta ahora no se habían reunido en forma sistemática las evidencias de esas maniobras que comenzaban en suelo europeo y concluían muchas veces con la total impunidad de los criminales. Uki Goñi realizó esa tarea, basándose en importantes repositorios nacionales y extranjeros. Además mantuvo entrevistas con personas implicadas y exploró una amplia bibliografía.

El autor traza el derrotero de la operación, desde la llegada a Madrid de agentes del servicio secreto de Himmler, en 1944, con el propósito de abrir el camino de la fuga de Alemania a los implicados en abominables matanzas. Dos años más tarde, las bases de la operación se trasladaron a Buenos Aires, donde pudieron expandirse gracias al apoyo del gobierno surgido de la revolución de 1943. La trama es muy vasta. El autor proporciona explicaciones, basadas en documentos, sobre maniobras para salvar a los criminales de guerra, en las que se vieron involucrados altos funcionarios argentinos, dignatarios vaticanos y de la iglesia local, autoridades suizas y de las propias naciones aliadas. También se refiere al tránsito ilegal de nazis por el territorio helvético, que permitió que el tesoro del estado croata, parte del cual se componía del producto del saqueo de centenares de miles de judíos y serbios, llegara a nuestras márgenes.

Goñi espera -y sin duda lo quieren cuantos se interesan por conocer la verdad de los hechos- que un día no lejano el Vaticano y la Argentina abran sus archivos secretos sobre la posguerra, para cerrar documentalmente esta historia. La apertura de los archivos del Vaticano se hace conforme a normas que habilitan su rico contenido a medida que pasa el tiempo. Es de esperar que en la Argentina los papeles no hayan desaparecido, como tantos otros referentes a episodios ocurridos durante las dos primeras presidencias de Perón, la revolución que lo depuso y otros hechos de nuestro pasado más reciente.