Varsavsky: el dinero de Educ.ar no llega a las escuelas del país
Criticó el uso que se le dio a su donación
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MADRID.- El empresario argentino Martín Varsavsky, amigo del ex presidente Bill Clinton y del financista George Soros, se considera "un estafado más" por el cese de pagos en la Argentina.
Pero advirtió que peor está el portal educativo Educ.ar -para cuya creación donó 11,2 millones de dólares-, ya que, tras la decisión del Gobierno de convertir los dólares en bonos de deuda, "le quedan sólo fondos para seis meses" de sueldos. "Y después, no sé qué va a pasar", agregó.
La historia comenzó a principios de 2000, cuando este empresario, de 42 años, aportó esa suma de su bolsillo para crear un portal educativo.
Fue en pleno auge de la Web, como parte de un programa que incluía dotar de conexión a Internet a todas las escuelas del país y capacitar a miles de docentes. No sólo el plan no llegó a puerto sino que, además, buena parte del dinero se destinó a cubrir déficit.
"Yo no lo entregué para eso", se lamentó en una entrevista con LA NACION. En eso quedó Educ.ar, el portal que -según Varsavsky- "hoy ven 300.000 estudiantes argentinos, algo que, en la crisis que vivimos, es un verdadero milagro". En eso quedó y en las gestiones que él mismo realiza desde su oficina en esta ciudad, en la que reside y seguirá residiendo, para intentar que ese dinero regrese a su cauce normal.
En medio de la polémica, y tras haber renunciado a la compañía Jazztel -que perdió unos 700 millones de euros por la caída de sus acciones (ver aparte)-, Varsavsky pelea por el futuro del sitio.
"Es increíble. Yo lancé dos portales al mismo tiempo, el de la Argentina y el de Chile, que se llama Educarchile.cl. El de Chile anda fantástico; el 90% de las escuelas ya está conectado a Internet y todo funciona. En la Argentina, con mejor calidad de contenidos, si el portal funciona es a pulmón y porque hay interés. Porque el dinero no está", dijo durante la entrevista.
-Casi una metáfora de la Argentina... hay interés, hay calidad, pero el dinero no está.
-Desgraciadamente, es así.
-¿Qué ocurrió con el dinero que donó?
-Yo entregué los once millones al Ministerio de Educación, que, por obligación, los depositó en el de Economía. Seis millones se usaron bien, pero los otros cinco fueron convertidos en bonos de deuda por orden del ex ministro Domingo Cavallo. Luego, el país entró en default y así como no paga otras muchas cosas, tampoco paga ese dinero, que es para alumnos y escuelas.
-¿Qué hará?
-Mejor dicho, qué es lo que hago. Me la paso haciendo gestiones para ver cómo conseguir que la plata que doné llegue a destino. Cuando cuento esto, no puedo creerlo... yo mismo me asombro.
-¿Se siente estafado?
-No más que cualquier otro de los millones de argentinos que entregaron dólares y les devolvieron pesos y que fueron injustamente perjudicados mientras que una lista muy pequeña de privilegiados se beneficiaron de la situación inversa: se endeudaron en dólares y ahora devuelven pesos.
-¿Con quién hace gestiones?, ¿a quién vio?
-En su momento, al ex ministro de Economía Jorge Remes Lenicov. También al canciller, Carlos Ruckauf; a la ministra de Educación, Giannettasio, y al secretario de la Presidencia (José Pampuro).
-¿Y qué le dicen?
-Todos me dicen lo mismo, que la educación es muy importante, que no me preocupe, que todo se financiará. Pero hasta ahora el dinero no aparece y al portal le quedan sólo seis meses de sueldos para seguir funcionando. Si no, se acaba.
-Antes de que usted hiciera algo de eso, ¿alguien se comunicó para informarle lo ocurrido con su donación?
-No, nadie.
-¿Qué hará?
-Insistir. Hay gente que me dice que puedo iniciar una demanda y lograr, incluso, que me reintegren a mí el dinero pendiente. Pero yo no quiero eso, sino que el dinero se use para lo que yo lo doné.
-¿Donaría dinero de nuevo?
-¿Sabe? Hay gente que encima me reprocha haber confiado. Me preguntan por qué no retuve el dinero y lo entregaba por trimestres, o lo depositaba en Suiza, o en Estados Unidos. Pero esto era para un portal educativo y me pareció que el mensaje debía ser otro.
"Un duro tropezón, si se quiere, pero no un fracaso"
MADRID (De nuestra corresponsal).- En la puerta de su oficina dice "Carpe Diem", la misma frase con la que el extravagante profesor de la película "La sociedad de los poetas muertos" alentaba a sus alumnos a no hacer grandes planes. Pero sí a vivir cada 24 horas como si fueran las últimas. Ese es el ámbito de Martín Varsavsky, el flamante ex presidente de Jazztel, la plataforma de telefonía que fundó hace cinco años y que, en una caída que acompañó el desinfle de la burbuja tecnológica, vio bajar su valor de mercado desde los 6000 millones de euros en su pico máximo hasta los 800 millones que -estima- tal vez valga ahora.
No parece golpeado por lo ocurrido. "Fue un tropezón, si se quiere, pero no un fracaso", dice. Asegura que su dinero sigue invertido en el mismo negocio y que no retiró un centavo. Y que, mientras espera tiempos mejores, piensa en nuevos emprendimientos en Estados Unidos.
-¿De quién fue la culpa por lo ocurrido?
-La culpa es de Telefónica de España. Incurrió en prácticas ilegales y fue multada por ello.
-¿Eso les dice a los accionistas?
-Les digo que me siento responsable por haber dirigido la empresa y haber tenido los resultados que tuvimos. También les digo que en eso uno no gana ni pierde hasta que vende. Y que yo, aun cuando vi lo que iba a ocurrir, no vendí y me la banqué, porque me hubiese sentido mal. Perdería mi nombre y mi prestigio ante quien vendiera.
-Sí, pero, ¿cuál es el futuro de la empresa y de los accionistas que tienen su dinero allí?
-La batalla contra Telefónica no está totalmente perdida. Quienes no hayan vendido sus acciones pueden tener la esperanza de que vuelva a subir.





