ADRIAN GUILLERMO

"¡Mirá cómo juega este pibe, parece Garrincha"!

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Se consumían las últimas hojas del almanaque de 1998 y Adrián Guillermo, un pibe de 18 años, era una de las figuras en el Boca de Carlos Bianchi y sorprendía con su habilidad hasta el mismo Mauricio Macri, titular xeneize.

Extraña historia la de este muchacho, oriundo de Moreno, provincia de Buenos Aires, que tiempo atrás rozó la idolatría y hoy trata de recuperar el talento perdido en un club de la segunda división de España, Badajoz, sin saber si su futuro estará en Boca.

Dueño de una gambeta endiablada y con la velocidad de una ardilla, Escobillón -así lo llamaban por su tupido afro- pasó a ser hace un año y medio atrás una de las promesas del fútbol argentino junto con Javier Saviola, al que le ganó la pulseada para integrar el seleccionado Sub 20 de José Pekerman.

El ayer lo encontraba dando la vuelta olímpica con Boca en 1998 y con la selección en el Sudamericano de Mar del Plata. Después, en el centro de un torbellino de fama súbita, debió cargar con la cruz de las lesiones durante todo 1999 y algunas polémicas con Bianchi y los dirigentes.

Hoy, con 20 años recién cumplidos -el último 15 de marzo-, vive en España junto a papá Juan y mamá Aída y comienza a dar sus primeros pasos en Badajoz, mientras su representante,Carlos Aloisio, y los dirigentes xeneizes tiran de la cuerda para dirimir si el delantero quedará libre o no el próximo 30 de junio. Desde Badajoz, vía telefónica, habló con La Nación del pasado y de lo que vendrá.

-¿Qué pasará con tu futuro?

-Por ahora, tengo que cumplir un contrato con Badajoz.

-¿Eso quiere decir que no vas a regresar a Boca?

-No sé si voy a volver a jugar en Boca, no depende de mí. Todo se va a decidir en junio próximo.

-Entonces, ¿existe la intención de quedar en libertad de acción?

-La verdad es que no sé nada. De ese tema se encargan mi papá, Juan, y mi representante Carlos Aloisio.

-¿Todavía estás con bronca?

-No... Yo quería jugar y en Boca no podía. Ahora quiero aprovechar este momento en Badajoz para ponerme en buenas condiciones.

-¿Creés que recibiste un trato injusto de los dirigentes?

-Sí y no... Bah, no lo sé. En los últimos tiempos hubo algunos roces por el contrato que nunca llegué a firmar y el perjudicado fui yo, que no podía jugar. Igual, no le guardo rencor a nadie.

-Después de pasar 1999 plagado de lesiones, ¿podrás retornar a tu nivel?

-Mi mayor desafío es recuperar el talento perdido, aunque sé que no será una tarea fácil por lo miedos que tiene cualquier futbolista después de sufrir tantas lesiones.

-¿Te reprochaste alguna vez tu participación en el seleccionado?

-No, la culpa de las lesiones no vino ni por la selección ni por José Pekerman. Sólo fue por mala suerte.

-¿Te duele algunas veces recordar el pasado?

-Todavía le doy gracias a Dios por haber salido campeón con Boca, pero también me pego un poco la cabeza contra la pared por todo el tiempo que perdí de jugar por estar lesionado. Igual, tengo 20 años y voy a salir adelante.

-¿Como jugador de Boca o de Badajoz?

-Si tuviera que elegir, me gustaría regresar a Boca. Me encantó salir campeón allá, pero también desearía consagrarme y no ser sólo un paso fugaz en un equipo. Pero, como te dije antes, no depende de mí.

-¿De quién depende?

-Depende de que mi representante llegue a un acuerdo con los dirigentes de Boca.

-¿Llegaste a arrepentirte de algo en este último año?

-No sé si es un arrepentimiento, pero antes de venir a Badajoz me hubiese gustado hablar con Bianchi y despedirme bien. El me llevó a primera división y esas cosas nunca se olvidan.

-¿Ya te ganaste un lugar en Badajoz?

-Manuel Sarabia, el DT, me está poniendo de a poco y estoy trabajando mucho con el preparador físico Fabián Bazán (también trabajó en Boca). Sólo espero volver a ser el mismo pibe atrevido con el que alguna vez se sorprendieron todos.

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Ya es domingo en Rosario. El reloj marca las 2.10 de la madrugada del 22 de noviembre. Adrián Guillermo, con toda su familia, había terminado de cenar en una parrilla frente al río Paraná. Era el tiempo del festejo. Boca le había ganado a Central, en el Gigante de Arroyito, por 3 a 2, en el último minuto, con un gol de Palermo. El equipo de Bianchi estaba a un paso de conseguir el título en el Apertura 98. La sobremesa ya había dejado atrás la rueda de café. De repente, en medio del anonimato, se levanta Adrián Guillermo, papá Juan y familia. Empiezan a caminar hacia la calle en busca de un taxi. Ya es tarde y pocas cosas le escapan al silencio. Hasta que un fanático preguntó: "Ché, ¿ese no es el pibe Guillermo?". Un coro de aplausos en todo el restaurante fue de menor a mayor hasta transformarse en una ovación. Adrián Guillermo sonrió y levantó el brazo; papá Juan no podía contener el llanto. Empezaron a aplaudir ellos también y se fueron con el grito de "¡dale campeón!", caminando por el Boulevard Avellaneda.

Hoy, esa noche parece lejana. Pero a Adrián Guillermo, seguro, esa imagen se le aparece a cada rato y es ahí cuando vuelve a sonreír.

El tira y afloja entre Macri y Aloisio

Adrián Guillermo se sumó a Badajoz a principios de este año, pero no firmó su contrato con la entidad de la Ribera. Desde España, surgió una noticia: 1) Guillermo mandó una nota a la FIFA acusando a Boca de no enviarle el pase internacional para jugar y negarle la posibilidad de trabajar. Así, consiguió el permiso. 2) La intención de Carlos Aloisio, su representante, es que el futbolista quede en libertad de acción el próximo 30 de junio. En Boca confiaban que el delantero se realizaría la revisión médica y regresaría a firmar, pero Carlos Aloisio se movió muy bien, le hizo firmar un contrato como profesional con el Badajoz, y ahora reclama que el futbolista quede libre. Las partes se acusan mutuamente: "Guillermo es jugador de Boca y volverá al club. No entiendo lo de Aloisio; últimamente todos quieren aprovecharse de Boca. Ya nos robaron a Coloccini (Milan) y no dejaremos que nos saquen de prepo ningún jugador más", dijo Macri. "Guillermo nunca firmó su contrato y no sé si en junio volverá a Boca. Si nosotros queremos, podemos pedir la libertad de acción del jugador", contestó Carlos Aloisio. El caso puede terminar en la Justicia.