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Con un error impropio de un Campeonato Mundial, Ian Nepomniachtchi Nepo virtualmente resignó sus chances y facilitó a Magnus Carlsen retener su título. Verdad es que faltan cinco partidas, pero la ventaja de 6 a 3 en manos de un Carlsen invencible no deja dudas acerca de quien será el ganador. Nepo, que durante las cinco primeras partidas del match jugó con acierto y aplomo, haciéndose merecedor de los elogios de los expertos, a la primera derrota se derrumbó como un castillo de naipes. Lo que pone de manifiesto una vez más, la importancia del carácter del deportista.
Bajo presión Nepo no pudo actuar con la entereza que sí le sobra al campeón. En la novena partida el desafiante estaba jugando rápido y bien, había logrado obtener una posición promisoria, y aunque la situación de Carlsen parecía defendible, a éste se lo veía preocupado y pensando en demasía. Hasta que de repente el ruso cometió un error de principiante que derivaba en la pérdida de una pieza, el alfil, sin ninguna compensación. Carlsen, sorprendido, hacía gestos de incredulidad antes jugar su respuesta. Nepo, consciente de su equivocación, estuvo largos minutos ausente de la mesa de juego en su cabina de descanso, probablemente buscando en su fuero interior la compostura para seguir jugando, cosa que hizo durante algunas jugadas hasta cerciorarse de que no podía torcer el destino de una nueva derrota.
Veremos que ocurre en las partidas que quedan, pero el resultado del match está resuelto. Hasta ahora la diferencia en el nivel de juego general de ambos fue escasa, pero mientras Carlsen apenas si comete yerros, los de Nepo fueron gravísimos.
Veamos el error de Nepo: En la posición del diagrama, Nepo, que iba con blancas, podía optar por 27.f3 Ch6 28.Ae4 con ligera ventaja para él. En cambio jugó: 27.c5? no advirtiendo que luego de la respuesta de Carlsen 27...c6! su alfil quedaba encerrado e inerme ante las amenazas Ta7 o Tb8.