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El vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, manifestó en Roma que la Argentina podría volver a ser sede de un Gran Premio de Fórmula 1 en 2005, con el apoyo de empresas privadas y poniendo en condiciones el autódromo municipal Oscar Alfredo Gálvez.
En una conferencia de prensa que realizó en la embajada argentina, Scioli expresó su confianza en el regreso de la F.1 al país y comentó detalles de la reunión que mantuvo el sábado último en Milán con el máximo dirigente de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone.
"Tras las conversaciones mantenidas el sábado con Ecclestone, surge la posibilidad de que la Argentina tenga en 2005 una fecha en el calendario de la Fórmula 1. El nos dijo que una vez que se avance en los acuerdos comerciales inspeccionará el autódromo porque hay que ampliar la capacidad de espectadores y verificar el estado del asfalto", explicó.
El vicepresidente enfatizó que "esta posibilidad de realizar el Gran Premio en la Argentina sólo sería posible siempre y cuando al Estado no le cueste dinero y que el gasto sea aportado por las empresas privadas".
Scioli indicó que se pondrá en contacto con las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires para "pedir una definición sobre la concesión del autódromo, ya que hay irregularidades e incumplimiento del actual concesionario, que está en convocatoria de acreedores".
"A partir de la buena infraestructura que tenemos en hotelería y gastronomía podemos recuperar estos acontecimientos deportivos que hacen bien a la imagen de nuestro país", afirmó.
La Fórmula 1 visitó por última vez la Argentina en 1998, cuando se impuso el alemán Michael Schumacher con Ferrari. El país había recuperado a la máxima categoría en 1995, a través de un proyecto cuya cabeza visible fue el empresario Marcos Gastaldi. Sin embargo, los problemas económicos hicieron que el empresario le vendiese la organización de la carrera a Invercasa SA, un conglomerado presidido por Carlos Soriano.
El alto costo organizativo hizo que ese grupo diera un paso al costado a partir de 1999, cuando aún quedaban dos años del contrato que se había firmado en 1995.
Al margen de los problemas económicos de nuestro país, la F.1 apunta a las nuevas sedes asiáticas, al margen de Japón y de Malasia. En el calendario tentativo de 2004, la categoría dispuso el GP de China y el de Bahrein.
Si bien Scioli dice que habrá que trabajar en el circuito y en las tribunas, la Fórmula 1 exige mucho más que eso. Y hay datos que son elocuentes: en Shanghai, para que la F.1 visite China, se invirtieron 240.000.000 de dólares, mientras que en Bahrein, 150.000.000.


