Lewis Hamilton desafía a la FIA y estuvo dispuesto a perderse el Gran Premio de Miami de Fórmula 1

Lewis Hamilton llegó este viernes al paddock del circuito de Miami con una camisa de mangas largas con varios botones abiertos que dejaba ver al menos cuatro collares apilados. Más tarde apareció con su remera de Mercedes y quedaban al desnudo tres relojes y cuatro anillos en cada mano. Además, el piloto inglés tiene aros y un piercing en la nariz que, asegura, no poder quitárselos. “No pude ponerme más joyas hoy’', señaló el heptacampeón mundial, en medio de las prácticas de la Fórmula 1 para el gran premio de este domingo y casi desafiando a las normas de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) sobre las perforaciones corporales. Sostiene que está dispuesto a perderse la carrera.

El jueves, la FIA endureció su prohibición de ropa interior y piercings corporales no reglamentarios cuando el nuevo director de carreras, Niels Wittich, emitió un boletín que incluye la regla como parte del escrutinio oficial, lo que significa que tales opciones están sujetas a revisión por parte de los oficiales. Hamilton se niega a dar marcha atrás en su enfrentamiento con el organismo rector de la categoría por el uso de joyas en el auto y se mostró muy crítico con la norma en lo que, según él, se ha convertido en “una disputa absurda”.

El reglamento establece que los pilotos no pueden llevar joyas en sus monoplazas por razones de seguridad, pero no se aplicó con rigor. Hasta aquí. Wittich advirtió a los pilotos de que tomaría medidas drásticas y parece estar fuertemente respaldado por el nuevo presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, al que Lewis le envió un mensaje antes de arribar al circuito. “No quiero pelear con ustedes, nunca”, le escribió quien llevó sus aros en la nariz y las orejas durante la mayor parte de su carrera. No se conoció que hubiera recibido una respuesta.

“Si me paran, que así sea, tenemos un piloto de repuesto, así que estamos listos y preparados para el fin de semana. Hay muchas cosas que hacer en la ciudad de todas formas, así que estaré bien de cualquier manera”, elevó la apuesta el piloto de Mercedes, al que se le concedió una exención por dos grandes premios, hasta Mónaco, para los artículos que no pudiera quitarse fácilmente. “Si piensas en los pasos que hemos dado como deporte y en las cuestiones y causas más importantes en las que debemos centrarnos, esto es algo tan pequeño. Tenemos peces más grandes por freír y quiero ser un aliado y no pelearme por esto, es muy, muy tonto”, agregó.

La disputa y la posible pérdida del piloto más destacado de la F1 en Estados Unidos es lo último que querría el deporte en Miami. Es más, los propietarios de la F1, Liberty Media, no habían ocultado su deseo de organizar carreras en ciudades “de destino”, para hacer que cada fin de semana tenga el sentido de la ocasión de una Super Bowl. Este fin de semana es, sin dudas, la culminación de esas ambiciones. La posible retirada de Hamilton es un dolor de cabeza que no habían previsto después de haber organizado un evento impresionante hasta ahora. La F1 está vendiendo su evento de glamour.

“Creo que es un poco innecesario hacer estallar este tema y probablemente en esta etapa sea más una cuestión personal, siento que esto va dirigido a Lewis de manera particular. Existe una preocupación por la seguridad, obviamente si tienes ese tipo de cosas y el auto se incendia. Hasta cierto grado, existe una libertad personal y somos lo suficientemente mayores para tomar nuestras propias decisiones”, sumó su voz el alemán Sebastian Vettel, tetracampeón de la categoría y actualmente en Aston Martin.

Las prácticas del viernes

Al margen de las controversias, Hamilton estuvo en la pista durante los entrenamientos y fue mucho más rápido que en los últimos grandes premios. En la primera tanda libre tuvo el octavo mejor registro, a 858/1000 del monegasco Charles Leclerc, el más veloz, y a 787/1000 del segundo, su compañero y compatriota George Russell. Luego de tantas sombras, Mercedes vuelve a tener una luz de esperanza de que sus joyas de cuatro ruedas sí vuelvan a brillar.

Los Red Bull del campeón neerlandés Max Verstappen y del mexicano Sergio Pérez ocuparon el tercer y cuarto lugar en ese segmento de la jornada.

El español Carlos Sainz tuvo una pinchadura y estuvo cerca de golpearse contra un muro en esa primera tanda. Por la tarde, su práctica se terminó pronto porque no pudo evitar impactar con su Ferrari contra la pared, cuando tenía el mejor tiempo y aceleraba en pos de mejorar con miras a la clasificación del sábado. Su trabajo terminó en la curva 13.

Otro que tuvo complicaciones fue el finlandés Valtteri Bottas (Alfa Romeo), que provocó la primera bandera roja de la jornada al golpearse contra la barrera de neumáticos. Quedó 17 entre 20 pilotos.

En la segunda sesión, que tuvo otra bandera roja al quedarse el Williams del canadiense Nicholas Latifi a dos minutos del final, no pudo salir a girar Bottas. Y la gran sorpresa resultó que no pudo marcar tiempo el vigente campeón, Verstappen, cuyo auto comenzó a largar humo desde la parte trasera en una vuelta lenta y nunca logró acelerar. Debió volver al box, con gran precaución, y allí lo recibieron los mecánicos con los matafuegos para apagar un foco de incendio.

El resumen de la segunda tanda del viernes

Para el piloto de Red Bull, el viernes concluyó con una señal de alarma de cara a la clasificación. Deberán trabajar en el auto contrareloj para encarar la jornada del sábado con buenas expectativas.

En esa segunda tanda, Mercedes confirmó su recuperación: Russell fue el más rápido, delante de Leclerc y Pérez, y Hamilton quedó cuarto, delante de Fernando Alonso (Alpine).

Revolución en el tenis. La frase que inspiró a Alcaraz en el vestuario para domar al gigante de su infancia

Un "sí" con la cabeza. La verdadera historia detrás de la camiseta más emblemática de Maradona

¿Penal? Por qué no hay VAR en la Libertadores: las últimas polémicas y la explicación de Conmebol