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Desde hace un tiempo que se habla con más atención acerca de la salud mental de los jugadores de la NBA. Uno de los primeros en romper con esa coraza de deportistas fuertes fue Kevin Love, una de las estrellas de la competencia y referente de Cleveland Cavaliers. El ala-pivote, contó que sufrió depresión y que por momentos era una tortura ser parte de la competencia, pero en una última entrevista dio un paso paso y contó que por estos trastornos psicológicos, pensó en suicidarse.
En una charla con el periodista Graham Besinger, Kevin Love habló acerca de los prejuicios que hay acerca de los trastornos mentales vinculados a los deportistas, pero también explicó que en 2012, cuando era jugador de Minnesota Timberwolves y por una lesiòn apenaas pudo jugar 18 partidos, fue su momento más crítico de depresión: "Cuando llegas a ese punto y día tras día sigue igual, llegas a un punto en el que entran en juego los momentos más oscuros y los pensamientos suicidas. Y comienzas a planificarlo y cuál sería la ruta que tomarías. Y esos son momentos realmente aterradores en mi vida. Tenía varias formas".
Y agregó: "Lo bueno que sucede es que cuando buscas eso, aparece la línea nacional de prevención del suicidio. Barajaba un par de formas para hacerlo, pero daba miedo tomar ese camino y pensar en la idea de quitarme la vida. Pero era algo que me pasaba por la cabeza con bastante frecuencia, especialmente cuando estás en un momento así".
Ante ese momento de apertura total de Love, el periodista le preguntó si llegó a intentar suicidarse y la respuesta de Love fue: "Gracias a Dios no". En esa época el jugador había comenzado a manifestarse en consecuencia, pero parecían declaraciones vinculadas a un mal momento deportivo: "El futuro empezó a perder sentido. Y cuando llega al punto en que pierdes la esperanza, es cuando lo único en lo que puedes pensar es, ¿Cómo puedo hacer que este dolor desaparezca?".
La NBA también tomó cartas en el asunto por el bien de sus jugadores. Durante las últimas temporadas el personal de salud mental aumentó considerablemente en la Liga. Gracias también a que diferentes estrellas como DeMar DeRozan, Paul George o Jamal Murray declararon abiertamente tener problemas psicológicos.
En la charla con Besinger, el jugador de Cleveland, que logró ser campeón de la NBA en 2016 junto con LeBron James, trató de dejar un mensaje para que se hable cada vez más de esta problemática y que se ayude a los deportistas, en especial a los de la liga de básquetbol de los Estados Unidos: "Acabo de aprender a decir mi verdad, honestamente. He aprendido que nada nos persigue como las cosas que no decimos. Mantener eso dentro es en realidad más dañino. Creo que eso ha sido lo más importante y útil para mí, exponerlo, comprender que me hará vulnerable y tal vez me ponga en un lugar donde para la mayoría de las personas podría ser difícil".




