Caballos olímpicos

Cuando el equipo argentino de prueba completa de equitación terminó cuarto en los últimos Juegos Panamericanos en Guadalajara, en 2011, hacía nada menos de 60 años que un conjunto nacional no finalizaba esta exigente especialidad en un torneo panamericano. Especie de triatlón ecuestre -que cumple su centenario como disciplina olímpica-, la prueba completa abarca tres fases: adiestramiento, cross country y salto en pista. El cross country, con un largo recorrido a campo abierto sobre obstáculos naturales fijos, es sumamente difícil e incluso peligroso, pues entre 1997 y 2008, 37 jinetes murieron a raíz de caídas en esa etapa. Las autoridades internacionales que rigen este deporte han tomado medidas para aumentar la seguridad, como opciones menos difíciles para salvar las vallas, pero que implican sumar más tiempo y alejarse de las posibilidades de ganar. En esos Panamericanos, hubo 52 participantes, pero únicamente 29 finalizaron. De los argentinos, Federico Valdez Díaz ocupó el puesto 13ero, seguido por Javier Rawson, 14°, y José Ortelli, 15°, mientras que Fernando Domínguez Silva se ubicó 26°.

La última prueba selectiva se realizó el fin de semana pasado, en Campo de Mayo, con un exigente armado de cross country a cargo del francés Pierre Michelet, de la Federación Ecuestre Internacional (FEI), quien supervisará esta etapa de la prueba completa en Londres. Estuvieron presentes Ronald Alexander, el delegado técnico de la FEI, y jueces de Brasil y los Estados Unidos para verificar el nivel de los jinetes argentinos.

A raíz de su actuación en México, la Argentina está clasificada para los Juegos Olímpicos de Londres. Allí, del 28 al 31 de julio, en el tradicional Greenwich Park, que data de 1433, el conjunto nacional afrontará un gran desafío, con exigencias mayores que las de los Panamericanos. Por ejemplo, la velocidad en el cross country será de 570 metros por minuto y el recorrido, de 6000 metros, con 35 saltos. Pero la Argentina tendrá que superar otras dificultades casi mayores. La yegua de Valdez Diez, Remonta Lima, sufrió una lesión antes de la última selectiva y no podrá participar. Lo mismo ocurrió con Jos Aladar, de José Ortelli (h.), pero cuenta con otro ejemplar, Jos Cassius, al que le faltará otra prueba de calificación que se hará en Alemania a mediados de este mes. Ortelli, de 28 años, se había clasificado para los Juegos de Atenas y Pekín, pero no pudo concurrir por problemas económicos.

Otra dificultad será que los caballos irán del invierno al verano (boreal). Se había previsto que el equipo viajara este mes a Touquet, Francia, pero a pesar del valioso apoyo del Comité Olímpico Argentino (COA) y el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) habrá que abaratar costos. Viajarían a mediados de julio, para llegar unos días antes de la competencia. José Luis Yofre, jefe de equipo en los Panamericanos, se desempeñará nuevamente en ese cargo para los Juegos Olímpicos, y dijo que muchos otros equipos, entre ellos el de Brasil, con ocho jinetes, ya se encuentran en Londres, preparándose. Yofre será acompañado por Carlos Rawson como entrenador. Ambos admiten que "con un equipo de sólo tres jinetes las cosas se ponen difíciles porque no tenemos descarte". (N.de R.: los equipos son integrados por cuatro jinetes, pero se cuentan únicamente los tres mejores).

El jefe de equipo destacó que "es importantísimo adquirir experiencia internacional para sentar la base para los próximos Panamericanos y Juegos Olímpicos, el objetivo fijado por la Federación Ecuestre Argentina". Señaló que "la última vez que la Argentina concurrió con un equipo de prueba completa fue a los Juegos de Montreal en 1976".

No obstante, el país tiene una gran tradición de importantes triunfos en prueba completa, en particular de la mano del coronel Carlos Moratorio (fallecido hace dos años). Moratorio obtuvo la medalla de bronce en los Panamericanos de 1963 en San Pablo; la medalla de plata el año siguiente en los Juegos Olímpicos de Tokio; y dos años más tarde se consagró campeón del mundo en Burghley, Inglaterra. Todo con su notable caballo Chalán. Federico Castaing conquistó la medalla de plata individual en los Panamericanos del 1995, realizados en la Argentina.

¿Qué sucederá en salto? La Argentina no clasificó un equipo para Londres, pero sí tendrá dos representantes individuales: Matías Albarracín, jinete profesional de 32 años, y José María Larocca (h.), amateur de 43, quienes conquistaron sus plazas en los Panamericanos de Guadalajara. Las competencias se desarrollarán del 4 al 8 de agosto. Albarracín competirá con Ballycullen Maid, una yegua irlandesa de 9 años, y piensa realizar su preparación en Europa dado que aquí actualmente no hay pruebas de 1,60 metros, la altura de la competencia olímpica. Viajará este mes para encontrarse con Larocca en Ginebra, Suiza. Tienen previsto participar en tres concursos con la meta de ir aumentando las exigencias: primero, en San Remo; después, La Cluses, en Francia, para terminar en el renombrado concurso de San Patrignano, Italia.

Están serán los primeros Juegos Olímpicos para Albarracín (su padre Justo compitió en dos: Los Angeles '84 y Atlanta '96), mientras Larocca montará Royal Power, su experimentado ejemplar holandés, que saltó en Pekín 2008. Larocca compite habitualmente en el Global Champions Tour contra los mejores jinetes, con buenos resultados. Albarracín confesó: "Siempre soñé con saltar una Olimpíada. Ya participé en dos Panamericanos (Río de Janeiro y Guadalajara)". Y siguió proyectándose al futuro: "Ahora faltaría ganar el Campeonato Nacional," dijo sin vacilar.

Tanto Larocca como Albarracín saben que competir contra los mejores jinetes del mundo será un tremendo desafío, pero ambos están firmes en su meta de rendir lo máximo posible.