De valentía, coraje y lágrimas
SANTA ROSA, La Pampa.– Conmueve ver el llanto en una persona. En un bebé es esperable que en su limitada comunicación el grito y las lágrimas sean un recurso natural y frecuente. En un mayor, golpea. Y más aún cuando esos hombres que se suben al sitio en que los protege esa aura de valentía y coraje mayúsculos se muestran humanos, el contraste aumenta hasta originar asombro y emoción.
Motos poderosas, llenas de artefactos tecnológicos impuestos por la organización, vestimentas que de lejos se asemejan a las de astronautas y recorridos e historias apasionantes, llenas de situaciones límites, que exigen al físico y más aún a la mente de los participantes, se contraponen con el llanto desnudo del hombre, simplemente, ante la noticia de una muerte.
Esto es el Dakar. Centenares de valientes que desafían caminos, geografías, exigencias y horarios hasta llegar al extremo. Y cuando el destino golpea, como suele hacerlo en el resto de la vida, sin preaviso, de la manera más artera, no hay vestimenta sofisticada para tapar la desnudez del ser humano.
El ingreso del parque de la laguna Don Tomás, donde finalmente arribaron los participantes, fue el lugar en el que los gestos, ya marcados por el cansancio, eran inocultables ante la fría noticia, pese al calor agobiante de los 37 implacables grados pampeanos.
El clima que se genera en un Dakar es único. "Un desafío para los que parten, un sueño postergado para los que se quedan", dijo alguna vez el francés Thierry Sabine, el creador de la legendaria carrera.
Aquí la muerte corre como acompañante de cada tripulación. Todos saben que la llevan consigo. Aunque el casco muchas veces impida advertir esa compañía, en algún momento de la inmensidad de una competencia gigantesca, lo recuerda. O toma el ingrato protagonismo que sacude y shockea. Como aquí hay tantos valores que surgen y se intensifican, la vida toma otra dimensión para los implicados. Los valientes. Los del coraje infinito. Los que se desnudan con las lágrimas.
rberasategui@lanacion.com.ar
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