Echaron a Cipollini por una agresión

XORRET DE CATI, España (EFE).- La 55a Vuelta de España, la tercera en importancia mundial, vivió su primer gran escándalo: el italiano Mario Cipollini, del equipo Saeco, considerado el mejor sprinter del mundo, fue expulsado tras pegarle un puñetazo al español Francisco Cerezo, de Vitalicio Seguros, en Albaceta, previo al comienzo de la quinta etapa.

Cipollini afirmó que Cerezo lo insultó: "Me dijo hijo de p...". Inmediatamente, Super Mario (como se lo conoce a Cipollini en los pelotones) reaccionó, se fue contra Cerezo y lo golpeó en el rostro. El español fue atendido por los médicos de la Vuelta de España, Irigoyen y Grande, que le dieron tres puntos de sutura sobre la ceja izquierda.

Más allá de la sanción de los jueces de la carrera, pronto llegó una nota del manager del Saeco (el equipo de Cipollini), Claudio Corti, que suspendió al ciclista por tiempo indefinido: "Lo que ha sucedido se aleja del comportamiento de nuestro equipo y perjudica gravemente la imagen que este año conquistamos gracias al aporte de Cipollini. Por eso, suspenderemos al corredor por un tiempo indeterminado".

En lo deportivo, se destacó la victoria del local Eladio Jiménez, del Banesto, que completó el recorrido de 152 km -entre Albacete y el Monte Xorret de Catí- en 3h54m59s. El suizo Alex Zülle, que continúa por quinta jornada al frente de la clasificación general, ingresó tercero, a 9s de Jiménez, y amplió la ventaja sobre su escolta, el español Abraham Olano, a 1m9s, y sobre el alemán Jan Ullrich, último vencedor de la prueba, a 1m23s.

El argentino Martín Garrido volvió a quedar lejos del líder (llegó a 3m40s de Jiménez), aunque subió 24 posiciones en la clasificación general y está en la 86» ubicación, a 9m34s.

Hoy, el sexto tramo. Bien temprano, se pondrá en marcha hoy la sexta etapa, que constará de 155 km, entre Benidorm y Valencia.