El COI decide si suma un deporte al programa olímpico para 2020

Luego del día D con la elección de la ciudad sede para los Juegos Olímpicos de 2020, el COI continúa con su 125° Sesión en Buenos Aires y hoy se decidirá si alguno de los tres deportes aspirantes se suma al programa olímpico para Tokio 2020; los candidatos son la lucha, el squash y la candidatura conjunta de béisbol y softbol.

Los tres deportes que quedaron seleccionados en mayo pasado harán la defensa de sus especialidades ante los miembros del COI antes de la votación sobre la inclusión de un deporte adicional para 2020.

La lucha, uno de los deportes que siempre estuvo presente en los Juegos Olímpicos desde su era moderna en 1896 recibió un duro golpe hace sólo siete meses con la amenaza de exclusión olímpica.

Este tradicional deporte llegó a Buenos Aires con un lavado de cara en su legendaria y rígida estructura, liderado por el nuevo presidente de la Federación Internacional de Lucha (FILA), el serbio Nenad Lalovic.

Con un rol más protagónico de la mujer tanto en la competencia como en la organización, nuevas clases y categorías de pesos, modificaciones en el reglamento, la lucha con 117 federaciones nacionales afiliadas, 7.000 luchadores que participan en eventos internacionales y alrededor de 30 millones de competidores, pretende no salir del programa de los Juegos.

Con el ferviente apoyo del presidente de Rusia, Vladimir Putin , una alianza estratégica de Estados Unidos, Rusia e Irán y una página de Facebook "Save Olympic Wrestling" con más de 97.000 apoyos, la lucha pugnará por capitalizar este llamado de atención pero no ausentarse en ninguna cita olímpica.

"Debo admitir que no escuchamos lo suficiente y ese fue el resultado. Todos los deportes deben estar atentos. Nuestra experiencia debe ser una lección para todos los deportes que siempre deben estar actualizados para el público", reconoció el presidente de la FILA, Nenad Lalovic.

Por su parte, la Federación Mundial de Béisbol y Sóftbol (WBSC) realizó una novedosa presentación conjunta para intentar recuperar terreno perdido, tras quedar fuera de la citas de Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro en 2016 .

Esta candidatura conjunta propuso que se jueguen en una sola sede y en forma consecutiva el beisbol y softbol para economizar con la posibilidad de transformar el estadio de un deporte a otro en cuestión de horas.

Con un estimado de 200 millones de practicantes y que sólo el Clásico Mundial de Béisbol fue televisado a 140 países, este deporte también tuvo que seducir al COI con la promesa que los jugadores profesionales de las ligas de Estados Unidos (MLB), Japón, China y Corea del Sur se sumarían a los Juegos con un ajuste de calendarios.

Sus dos co-presidentes, el italiano Riccardo Fraccari y el estadounidense Don Porter, tuvieron que hacer una encendida defensa de la lucha de ambos deportes contra el doping y de la presencia del vicepresidente de la WBSC, Antonio Castro, hijo del ex presidente de Cuba.

"Es la tercera oferta en ocho años, pero es la primera tras la fusión de ambas estructuras de los deportes. Queremos estar entre las prioridades del movimiento olímpico", coincidieron los dirigentes de la nueva federación internacional.

Por último, el squash aspira por primera vez a ser deporte olímpico desde su creación a principios del siglo XIX y tiene como principal argumento su adaptación a los tiempos modernos y su bajo costo para el presupuesto de los Juegos.

La Federación Mundial de squash (WSF) insiste que es el único deporte que sería realmente novedoso en el programa olímpico, en un intento que se vio fallido en dos oportunidades para las citas de 2012 y 2016.

Con la igualdad de género como bandera y con práctica activa en 185 países -principalmente en Asia- , el presidente de la WSF, el indio Narayama Ramachandran, reivindicó aseguró: "es de costo bajo, con 64 atletas nada más y fácil de integrar a los Juegos".

El COI evaluará a los 25 deportes que componen el programa olímpico para y luego analizará si alguno de estos tres cumple con los criterios de fomento a la juventud, universalidad, equidad de género y respeto de los valores olímpicos para sumarlos al programa para 2020.