Federer-Nadal: ¿cuántos clásicos verá el tenis?

MELBOURNE.– El año 2016, el primero sin un enfrentamiento entre Roger Federer y Rafael Nadal desde 2003, dejó una sensación de fin de época. Sin embargo, el renacimiento de los dos gigantes del tenis en este comienzo de 2017 dio la vuelta a todos los análisis: ¿de verdad se terminaron los ‘años R’?

No hay duda de que las tempranas eliminaciones del escocés Andy Murray y del serbio Novak Djokovic, los principales candidatos en el Abierto de Australia , favorecieron el reencuentro entre Federer y Nadal en una gran final. Pero el tenis que el suizo y el español desplegaron en el duelo por el título a sus 35 y 30 años, respectivamente, tampoco ofrece duda alguna: ambos están de vuelta, de vuelta a un nivel altísimo tras sendas lesiones. Jugando como lo hicieron en Melbourne, donde Federer se impuso por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3, en más de tres horas y media de acción y en otro encuentro lleno de épica, es fácil imaginar que vuelvan a cruzarse en el circuito.

Quizás no sea en la final de un Grand Slam, quizás tampoco con un título de por medio, pero si mantienen el nivel tarde o temprano volverán a estar cara a cara. Parece difícil que el suizo y el español recuperen el mando del circuito como número uno y dos del ranking, sin importar quién ocupa qué lugar, pero ambos han sido enterrados y resucitados tantas veces que nadie sabe qué pasará.

Federer regresó ayer, 30 de enero de 2017, al “top 10” del ranking tras subir siete puestos de golpe. Nadal ascendió del noveno al sexto lugar. Para dos tenistas que, entre ambos, ocuparon 343 semanas el número uno siguen siendo puestos modestos, pero ambos tienen pocos puntos que defender en 2017.

“Felicitaciones a Federer por su Grand Slam número 18”, escribió en su cuenta de Twitter el estadounidense Jack Nicklaus, que tiene el mismo número de ‘majors’ en el golf.

“Como gran fan del tenis y de ti, no te detengas ahí”. “Grandeee Roger”, tuiteó por su parte el tenista Juan Martín del Potro. “Gracias a los dos. Nunca dejen el tenis”. El deseo del argentino es de imposible cumplimiento, pero el tenis quiere alargar su presencia en las canchas lo más posible, porque todos son conscientes de que cuando se retiren el vacío será enorme.

Ellos mismos lo saben. “Sigue jugando Rafa, sigue haciendo todo lo que haces. El tenis te necesita”, dijo Federer a su rival aún sobre el estadio Rod Laver Arena de Melbourne. El suizo deslizó también la posibilidad de que este hubiera sido su último Australian Open, pero él mismo se desdijo más tarde.

Según dijo a La Nación Paul Dorochenko, primer fisioterapeuta de Federer, el ex número uno “podría jugar hasta los 40 años”, así que los Federer-Nadal podrían repetirse con más frecuencia de la que se creía a final de 2016.

Antes de la final del domingo, el último ‘Fedal’, como se le conoce en las bambalinas del tenis al duelo entre ambos, databa del 1 noviembre de 2015 en la final del ATP 500 de Basilea. La única vez que pisaron una cancha raqueta en mano en toda la temporada pasada fue en la inauguración de la academia de Nadal en octubre. Ambos bromearon.

“Estábamos los dos lesionados, yo de la pierna, él de la muñeca. Recuerdo que estábamos jugando con unos júniors y diciendo: ‘¡Esto es lo más que podemos hacer!”, contó Federer en Melbourne.

En aquel encuentro en Manacor, la ciudad natal de Nadal, el español le regaló a Federer un cuadro con fotos de sus enfrentamientos, algunos de ellos auténticas batallas épicas. Debajo de las fotografías había un mensaje. “Querido Roger. Muchas gracias por tu apoyo en la apertura oficial de mi academia. Es un día inolvidable para mí, mi familia y mi equipo. No puedes imaginar lo especial que es tenerte aquí con nosotros. Roger, este cuadro refleja todos los momentos que hemos tenido juntos en pista. Los observo y veo todos los grandes recuerdos que nos hemos encontrado en nuestras carreras. Continuarán...”.