Boca lo dio vuelta ante Godoy Cruz y obliga al líder River a no descuidarse en el Torneo 2021

La derrota en el superclásico lo había dejado malherido a Boca, que en los partidos siguientes se encargó de demostrar que no está fuera de combate. Si bien no depende de sí mismo para pelear por el título, se resiste a tirar la toalla antes de tiempo. Les pone presión a River y Talleres, los obliga a no distraerse ni a dar nada resuelto por anticipado.

Tras la caída ante River en el Monumental, Boca encadenó el tercer triunfo consecutivo. Tres puntos muy valiosos, por haber dejado atrás a Godoy Cruz, una de las gratas sorpresas desde que lo dirige Diego Flores, el exayudante de Marcelo Bielsa, al que hasta sus jugadores llaman con afecto “el traductor”.

Con Flores al mando, Godoy Cruz llegaba a la Bombonera con un invicto de nueve partidos: siete por el torneo Socios y dos por la Copa Argentina, en la que está clasificado para las semifinales. Para frenar al Tomba, Boca tuvo el mérito extra de haber revertido una desventaja de 1-0 y un comienzo tibio. Al calor del aliento de los 30.000 hinchas que cubrieron un 50 por ciento de la Bombonera, Boca hizo un partido de menor a mayor y fue un justo vencedor, por juego y compromiso. Otra vez con la influencia de los juveniles de las inferiores, bien representadas este miércoles en Almendra y Vázquez.

Uno de los goleadores y revelación del torneo, Martín Ojeda, tardó solo un minuto en buscar el arco: desde la frontal del área sacó un zurdazo que encontró bien ubicado a Rossi. La jugada no fue algo aislado, sino la demostración de que Godoy Cruz salió a presionar alto, con la intención de jugar en campo rival.

Badaloni para el 1-0 de Godoy Cruz

Battaglia hizo un retoque en el esquema que venía utilizando; pasó a un 4-2-3-1, con Almendra cerca de Campuzano para dar inicio a las jugadas, Molinas de enganche y Pavón y Ramírez abiertos por las bandas. El técnico de Boca vio un comienzo demasiado pasivo, pedía más dinámica. Todo lo contrario de Godoy Cruz, atento y veloz, muy metido en el desarrollo. Se lo hizo pagar a los locales con el centro de Burgoa y el impecable cabezazo de Badaloni, con Rojo y Fabra de espectadores.

Al serio llamado de atención, Boca respondió con una entrada profunda de Vázquez, que tras enganchar frente a un defensor definió desviado. El partido se hizo interesante, de ida y vuelta, porque el Tomba se plantó sin complejos, dispuesto a desarrollar su propuesta ambiciosa. Boca debió recoger el guante, con un doble desafío: forzar la búsqueda del empate y no descuidarse ante un adversario que no se iba a atrincherar para defender la ventaja. Lo demostró con una escalada del lateral Damián Pérez y un remate cruzado. Boca también buscaba de media distancia, con Almendra.

Empata Fabra

En media hora, el partido era incómodo para Boca, le costaba imponer condiciones. Godoy Cruz ocupaba mejor el medio campo, sus movimientos colectivos eran más coordinados. A fuerza de carácter y empuje, el conjunto de Battaglia equilibró las acciones, pero faltaba el cambio de ritmo de Ramírez, la gambeta atrevida de Molinas, el desborde de Pavón. Pero Boca iba, con insistencia. Almendra volvió a inquietar a Espínola desde fuera del área.

Boca aprovechó ese buen momento para llegar al empate con una impecable asistencia de Ramírez para la entrada de Fabra, que definió al primer palo, mientras Espínola en su cobertura se la jugó más a tapar un centro. Muchas veces cuestionado por sus desatenciones defensivas, Fabra se redimía en ataque. Su último gol en Boca había sido hace dos años, ante Arsenal.

Vázquez pone el 2-1

Goles, buen ritmo, llegadas a los arcos, dos equipos dispuestos a arriesgar. El primer tiempo se pasó volando de lo atractivo y entretenido que fue. Hubo 16 remates al arco y apenas seis faltas (Boca cometió apenas una). Y para coronar esa remontada, Boca consiguió un segundo gol con la nueva impronta de los juveniles de sus inferiores. Almendra tiró un sombrero en la línea media y encaró con ese tranco que algunos asimilan al de Pogba; vio el desmarque de Vázquez entre los centrales y lo asistió con un toque profundo. Vázquez, que había fallado en los dos mano a mano anteriores, esta vez acertó sobre la salida de Espínola.

Boca terminaba de manera muy positiva un primer tiempo que lo empezó desbordado por Godoy Cruz. Como en el anterior partido en la Bombonera, cuando estuvo 0-1 ante Lanús, el equipo de Battaglia resurgía con una combinación de lucha y juego. Con la conducción del reemplazante de Russo, Boca ya revirtió tres cotejos que perdía: Rosario Central, Lanús y Godoy Cruz.

Era Godoy Cruz el que debía recomponerse en la segunda etapa. Ir al frente lo tiene incorporado desde la llegada de Flores. Boca lo dejó venir y encontró espacios para sacar el contraataque. Vázquez demostró que lejos del área también tiene panorama para lanzar a un compañero al ataque; con una asistencia de 20 metros puso Pavón camino al gol, pero Espínola le tapó la definición.

Minutos más tarde, Vázquez forzó un penal de Leonel González, que lo agarró y lo golpeó en la entrada al área, sin que lo advirtiera el árbitro Loustau. Pero la mayor preocupación local pasó por la salida de Almendra, dolorido y reemplazado por un golpe en un empeine. Ingresó Briasco y Boca generó más situaciones de riesgo, mientras a Godoy Cruz ya no le corría tan fluidamente la pelota ni inquietaba tanto, más allá de un remate de Ojeda.

Ya casi en el descuento, un enganche y remate de Matías Ramírez, controlado por Rossi, fue el último arresto de Godoy Cruz. Nada que empañara la imagen de superación que viene mostrando Boca, que tras el golpe duro golpe en el superclásico vuelve a dar pelea.

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