Cadena de problemas: el regreso del fútbol una vez más está en suspenso

La reanudación del fútbol pende de un hilo más fino que el dental. Para que la pelota vuelva a rodar el 3 de marzo, es decir, en una semana, deben encadenarse una serie de cuestiones económicas, legales y hasta sindicales.

Como primera medida, los clubes quieren tener depositada ese día la parte que les corresponde de los $ 390 millones que el Gobierno pagará por la rescisión del Fútbol Para Todos ($350 millones comprometidos en diciembre y $ 40 millones del principal sponsor del torneo, la petrolera Axion Energy). El problema es que esa cancelación se firmará recién hoy, en la Asamblea convocada en el predio de Ezeiza. Lunes y martes próximos son feriados, por lo que la Casa Rosada tiene sólo miércoles y jueves para girar el dinero a la AFA. Y de ahí a los clubes. En este contexto, todo indica que el tiempo no alcanza.

La mayoría de los clubes cobran por transferencia bancaria. Necesitan que la AFA tenga acreditado el dinero del Gobierno para que la Casa del Fútbol les transfiera su parte. Con mucho viento a favor (el Gobierno debería publicar la decisión administrativa que libera el pago hoy mismo), la AFA tendría, el miércoles, los $ 390 millones en su cuenta. Si eso sucediera, comenzaría ese mismo día a librarles los pagos a los clubes. Aquellos que no tengan cuenta bancaria recibirían un cheque.

Pero el Comite de Regularización que gobierna el fútbol argentino no tiene demasiado margen de maniobra. Mientras Armando Pérez les contaba este escenario a Marcelo Tinelli (San Lorenzo) y a Jorge Brito (River), en la sede de la AFA algunos clubes se quejaban de que no tenían la copia definitiva del estatuto reformado. Incluso, uno de los asambleístas, Mario Gianmaría (Liga Rosarina), le mandó una carta documento a la AFA para obligarla a entregarle una copia. “Si no lo consigo, quizá pida una moción de privilegio en la Asamblea”, le dijo Gianmaría a LA NACION. Uno de los puntos establecidos en el orden del día (la aprobación del nuevo contrato de TV) quedará postergado, por lo que la Asamblea pasará a un cuarto intermedio, y se reanudará cuando recién se defina ese asunto.

A todo esto, Sergio Marchi, secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, se reunió con un grupo de dirigentes de Primera y les aclaró que quiere que el fútbol se reanude con los jugadores al día. Sin deudas. Eso implica un desembolso de $ 475 millones, por lo que el dinero del Gobierno no alcanza. Los dirigentes saben que la situación es complicada y, de hecho, cancelaron una reunión que iban a tener con Marchi, a las 13, en Ezeiza, antes de la Asamblea. “La idea siempre es jugar el 3 de marzo, pero sin certezas no va a ser fácil”, se leyó en el grupo de Whatsapp que mantienen los dirigentes de la máxima categoría.

La visión más optimista dice que hoy se haría un acta notarial durante la Asamblea para rubricar la cancelación del Fútbol Para Todos. Y que ese documento provocaría un efecto cascada: el Gobierno liberaría los fondos a más tardar el miércoles. Por lo tanto, ese mismo día, y mediante una transferencia bancaria, la AFA podría transferir el dinero a las cuentas de los clubes.

Para más desprolijidades, hasta anoche no habían llegado a la AFA dos de los documentos que se deben aprobarse hoy: el acta de rescisión del contrato del Fútbol Para Todos y la versión definitiva del estatuto. Algunos asambleístas votarán ambas cosas a ciegas. “Es increíble. Nunca tocamos fondo. Siempre podemos estar más abajo”, dijo un importante dirigente de Primera.

Mientras tanto, Tinelli (San Lorenzo), Brito (River), Claudio Tapia (Barracas Central) y Pablo Toviggino (Consejo Federal) les explicaron a las tres empresas interesadas en transmitir los partidos que tendrán hasta el próximo jueves para exponer “más en detalle” una serie de puntos que los equipos técnicos de la AFA les objetaron. El viernes que viene, por la tarde, tendrán que entregar una carpeta con las explicaciones. La Comisión Audiovisual informará ese día cuándo emitirá su dictamen.

Nada parece mejorar. Cada día se escribe un nuevo capítulo lleno de confusión y la pelota se desinfla.