El extraño caso de Ignacio Scocco, de ser la carta más importante del ataque de River a relevo sin chispa
"Yo no me caso con nadie. Demostrame que estás en un buen nivel y te voy a respetar el lugar. Si no, habrá un compañero preparado para entrar". Marcelo Gallardo es así, tal como lo definen sus palabras. Obsesivo del trabajo, apasionado en la búsqueda de variantes y respuestas para su equipo y un líder natural que no sabe de nombres y apellidos: en su River juegan aquellos que le demuestran en los entrenamientos y los partidos que quieren y deben estar por su rendimiento.
La frase la dejó el 9 de febrero pasado, días después del doblete en la red y una actuación de vuelo alto de Ignacio Scocco ante Olimpo, y en medio de la polémica por los espacios de Ignacio Fernández y Enzo Pérez en el esquema. Hoy, tres meses más tarde, con sus decisiones reconfirma el discurso: juega al que ve mejor. Así, Scocco pasó de ser la carta más importante de ataque a convertirse en una pieza de relevo sin tanta chispa, con siete encuentros sin convertir (tres como titular). Y la determinación es estrictamente futbolística.
La llegada de Lucas Pratto en enero y la pronta recuperación de Rodrigo Mora, más las buenas apariciones de Rafael Borré obligaron al santafesino a convivir con una situación que hasta fin de 2017 asomaba impensado: competir por un puesto. La dupla Pratto-Mora terminó consolidándose como la más elegida en la ofensiva, al disputar siete de los 19 partidos de 2018, entre ellos tres por la Copa Libertadores y la final de la Supercopa Argentina ante Boca.
¿Cuál es el motivo de la elección de Gallardo? El entrenador prioriza la presencia de Pratto por el trabajo sucio que ejercita en la presión, la descarga y las pelotas divididas. Más allá de sus incursiones ofensivas, que lo involucran tanto en la definición como en la elaboración del ataque, el conductor también destaca sus movimientos cuando el equipo no tiene la pelota. Además, considera que sus características se acoplan mejor con Mora, más rápido y explosivo.
Luego del empate 0-0 ante Colón, en Santa Fe, en el que Scocco fue titular junto a Mora, el Muñeco se extrañó ante una pregunta en la rueda de prensa sobre el presente del exNewell’s y fijó su posición: "¿Cómo que Scocco no venía jugando? Jugó contra Rosario Central, Arsenal, Racing... Entró en todos los partidos, salvo en dos de la Copa [Libertadores]. A mí me extraña cuando dicen algunas cosas que quieren analizar. Siempre hago modificaciones: de acuerdo al cansancio, a lo que veo y también los rendimientos".
Como destacó el DT, Scocco jugó 17 de los 19 encuentros de 2018 y fue titular en 9 de los 13 que River protagonizó por la Superliga; saltó desde el banco de los suplentes en la Supercopa Argentina y nunca fue titular en el certamen internacional, aunque tuvo minutos con Emelec (2-1) e Independiente Santa Fe (1-0). Relegado, acumula seis goles –cinco por la Superliga y uno en la Supercopa– en 851 minutos para seguir siendo el goleador del equipo en el año. ¿Quién fue más veces su compañero de fórmula? Pratto, en cinco oportunidades; Borré y Mora lo secundaron en dos ocasiones cada uno.
"No me sorprendió ser titular. Vengo entrenando y esforzándome para que el técnico me de la oportunidad. Físicamente me sentí muy bien. Tengo que agarrar ritmo y confianza. Estoy con ganas de demostrar que puedo estar de vuelta, que pueden contar conmigo para ser titular. Y si no me toca, tengo que apoyar a los compañeros que les toca jugar", comentó Scocco, que convirtió por última vez el 18 de marzo por la 20a de la Superliga, ante Belgrano. Aquella noche reemplazó a Mora a los 20 minutos del complemento y se despachó con un doble festejo.
"Siempre dije que en River hay que demostrar. Si bien siempre dije que me sentía bien y que había tenido partidos malos, como cualquiera podía tenerlos, me tocó salir. Acá tenés que demostrar todos los partidos y hay una competencia sana con el resto de los delanteros", agregó el delantero, que el 29 de mayo cumplirá 33 años.
Su discurso no cambió: a principios de marzo, cuando recién comenzaba a alternar entre titular y suplente, manifestó que "nunca pregunto por qué juego y tampoco pregunto por qué salgo; respeto al entrenador. Soy el primero en darme cuenta de que no tengo el nivel del año pasado, que bajé mucho mi rendimiento y por eso salí del equipo. Acá, el que baja el nivel va para afuera. Soy autocrítico y sé que debo mejorar. Tengo que aprender a jugar cuando no tengo la pelota. Soy un jugador que si no entra en juego durante mucho tiempo se pone inquieto. Debo ser inteligente para encontrar lugares que no perjudiquen al equipo".
Consciente de sus altibajos y a sabiendas de la fuerte competencia que tiene en el puesto, Scocco se maneja con cautela y no se desespera: sabe el lugar de privilegio que tiene en River. Por eso, en los pasillos del Monumental lejos está de instalarse una posible partida, porque el goleador quiere luchar por su lugar.
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