Enzo Pérez, la figura que no encastra y se marea: "Me hago responsable de la derrota"

Cuando Enzo Pérez arribó a River en julio de 2017 por 3,5 millones de euros desde Valencia, su titularidad estuvo asegurada. Gallardo , quien sufrió las bajas de Driussi y Alario , rompió el mediocampo que había conseguido regularidad y ritmo (Nacho Fernández, Ponzio, Rojas y Pity Martínez) para hacerlo ingresar. Pero a casi siete meses de su debut (el 8 de agosto de 2017 ante Guaraní), el jugador que llegó como figura genera más preguntas que respuestas.

¿Dónde juega? ¿Qué rol cumple? ¿Con quién se asocia? ¿Cómo puede encastrar? ¿Su ingreso perjudicó a Rojas y Nacho Fernández? Los interrogantes surgen mientras Pérez muestra una versión bajas calorías. Ayer, en Liniers, flotó en el mediocampo, tirado a la derecha y unos pasos por delante de Zuculini, único volante de contención. Sin explosión ni precisión, su participación fue mínima y se fue expulsado (dos amarillas por faltas bien sancionadas). "Me hago responsable de la derrota. Por eso le pedí disculpas a mis compañeros y ahora se la pido a los hinchas", dijo Pérez después del partido.

Enzo mostró destellos de su fútbol entre septiembre y octubre del año pasado. Pero su irregularidad, su físico y la dura adaptación al fútbol argentino lo incomodan. El cuerpo técnico de River sigue de cerca su rendimiento y las decisiones lo demuestran: fue reemplazado en 12 de los 18 partidos que jugó como titular.

Tras cumplir la sanción por cinco amonestaciones, la roja ante Vélez es quizás una muestra de impotencia y de un temperamento que a veces le juega en contra: en el amistoso contra Santa Fe vio la segunda amarilla por patear el bolso del médico rival, ante Lanús fue amonestado por un cruce con Marcone, y ayer recibió su primera expulsión. Un presente oscuro del jugador que River más necesita recuperar.