“Fue una gran fatalidad estar en un Mundial y no jugar ni un minuto”

Por Alfredo Di Stéfano

No haber podido disputar ni un solo partido de una Copa del Mundo es sin duda una de las mayores frustraciones de mi carrera futbolística. Y lo fue mayor en mi caso, porque encima me pasé un mes concentrado en Chile, en 1966, para no poder jugar ni un solo minuto por una maldita lesión, que más adelante supe que me provenía de la espalda. Fue una tremenda desilusión. España tenía una gran selección y podíamos haber hecho algo grande en ese campeonato, pero no me pude recuperar y me pasé todos los partidos en la grada, junto con mis padres, que habían ido a verme jugar. Los invité y no me vieron ni de cortos.

Me lesioné en Bilbao, en un partido de preparación, pero no parecía nada grave y decidimos que viajara hasta tierras chilenas. Tenía un dolor en la pierna que no sabíamos de dónde procedía. Me trataron con todo. Con onda corta, con onda larga, "onda media", rayos infrarrojos... Cuál no sería mi desesperación al ver que no me recuperaba y que una tarde, mientras esperábamos a Ángel Mur, el masajista, le dije a Eulogio Martínez, mi compañero de habitación, que me ayudara a quitar la lamparilla de la mesilla y me restregué con la bombilla...

La única realidad es que no podía correr, me dolía, y me volví a España sin estrenarme, perdiendo de esta forma la posibilidad de disputar un Campeonato del Mundo. Y lo peor de mi caso es que estuve allí, junto con mis compañeros, impotente, sin poder hacer nada. España tenía un gran equipo. En la fase de clasificación, con Escartín de seleccionador, habíamos practicado un gran fútbol. Vencimos a Gales y luego a Marruecos, campeón de la zona africana. A Chile ya no fue Escartín como seleccionador, ya que con Hernández Coronado llegó Helenio Herrera.

Perdimos el primer partido ante Checoslovaquia y ahí nos hundimos. El equipo no se acostumbró a jugar sin mí. Estábamos bastante compenetrados y a pesar de los cambios y de que Helenio Herrera buscó un hombre que pudiera realizar mi función, no lo encontró y el equipo nunca se encontró a sí mismo. Nunca me ha gustado hablar de mí, pero la verdad es que en esa selección mi labor en el campo era importante. Nos habíamos logrado compenetrar, como demostramos meses antes, en los que, por ejemplo, habíamos ganado por primera vez en la Argentina, pero en Chile, con el Mundial de por medio, todo nos salió mal.