Huracán le ganó a Platense y salió del calvario de casi tres meses sin triunfos, con un penal que se demoró una eternidad

Terminó una parte del calvario de Huracán. Al menos lo referido a la abstinencia de triunfos y la ausencia de goles. Le queda por resolver otra, que será de más largo aliento y le insumirá la próxima Copa de la Liga: cosechar muchos puntos para escapar del puesto de descenso que ocupa actualmente por la tabla general de la Liga Profesional de Fútbol.

En la ventosa noche de Vicente López, el Globo clausuró una serie de 15 partidos oficiales (entre la Liga y la Copa Sudamericana) sin ganar, que incluyó 10 derrotas y 5 empates. Casi tres meses sin sumar de a tres puntos, algo que no hacía desde el 28 de abril, con un 2-1 sobre Arsenal. Cortó la racha con el 1-0 a Platense.

Había marcado un solo tanto en los 10 encuentros anteriores. La sequía estaba transformándose en un trauma, al que durante el primer tiempo tampoco logró solucionar con un cabezazo de Matías Coccaro y un remate cruzado de Walter Mazzantti. No era mucho lo que hacía Huracán en ataque, pero lo de Platense era aun más pobre, dentro de un partido chato, de bajo nivel. Aburrido.

Hasta que en una acción puntual del segundo período se produjo el quiebre, el “milagro” de que Huracán festejara un gol. No fue en un abrir y cerrar de ojos: la secuencia del gol se llevó 10 minutos, desde el foul de Ignacio Vázquez a Cóccaro –el defensor quiso rechazar y le pegó en una pierna al delantero– hasta la concreción del uruguayo. Todo se dilató por varios motivos.

Compacto de Platense 0 vs. Huracán 1

El árbitro Andrés Merlos no había cobrado la falta, sino que lo hizo a instancias del VAR, tras revisar la jugada en el monitor. Cóccaro no pudo ejecutar el penal porque estaba siendo atendido fuera de la cancha a raíz de la patada. Se hizo cargo Nicolás Cordero, con un remate que atajó Ramiro Macagno, pero... El arquero se adelantó, y se ordenó la repetición. Empezaron a caer proyectiles desde la cabecera local que da a la avenida General Paz. Uno dio en la cabeza de Cordero. Varios hinchas treparon varios metros en la alambrada. Los jugadores de Platense les pedían calma y que se bajaran.

En ese ínterin, Cóccaro se recuperó y pidió ejecutar el penal. Cuando todo estaba listo, apareció Vicente Taborda para protestar porque la pelota estaba fuera del punto del penal. El atacante, claro, resultó, amonestado, Por fin, el delantero del Globo tomó una larga carrera, desde más allá de la media luna, para sacar un fuerte derechazo y conseguir un gran desahogo por el 1-0. Atrás quedaban para Huracán 564 minutos sin convertir.

“Este tiempo fue duro y difícil para todos, no voy a negarlo. Para los jugadores, la gente. Psicológicamente hubo mucho desgaste. Me tocó patear un penal bastante difícil. Por suerte lo metí”, expresó Cóccaro tras el final.

Merlos adicionó 14 minutos, y luego dos más, por una lesión de Guillermo Benítez. Platense tuvo algunas aproximaciones y en Huracán apareció Lucas Chaves con un par de atajadas. “Lo necesitábamos. Estamos en una situación que nos daba vergüenza. Ojalá nos sirva para lo que viene, que sirva para un repunte. Desde que llegó Diego Martínez el equipo mejoró, tiene una idea clara. Éste es el camino”, manifestó el arquero.

Después tres derrotas, éste fue el primer triunfo del director técnico Diego Martínez, que en la semana acordó con los dirigentes separar del plantel a cuatro jugadores: Gastón Sauro, Juan Garro, Gabriel Gudiño y Lucas Castro. Cuando resta una fecha de la Liga, Huracán ya piensa en siete refuerzos para la Copa de la Liga, dentro de su acotado presupuesto. Después de mucho tiempo, la planificación se desarrolla con la sonrisa de una victoria.

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