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Ocampos, la figura que acompaña a Messi y Papu Gómez en el podio de argentinos de la temporada europea
Si se exceptúa a Lionel Messi, que pertenece a otra dimensión, Lucas Ocampos reúne méritos como para ser considerado el futbolista argentino más destacado de una temporada europea partida al medio por la pandemia. Si no es el mejor entre sus compatriotas, con seguridad es el que mostró el mayor progreso, suficiente para que nadie le discuta la condición de gran revelación en su primera temporada en Sevilla.
Tras dejar una huella profunda en la liga de España, con 14 goles y tres asistencias en 33 presencias, Ocampos (26 años) extendió su influencia a las copas continentales al marcar el agónico gol que clasificó a Sevilla para las semifinales de la Europa League. El encuentro, realizado en Duisburgo, Alemania, tenía destino de suplementario. Wolverhampton, con su esquema 5-3-2 de bloque bajo, era una roca indestructible para el sostenido dominio del equipo andaluz (73% de posesión de pelota). Fuera de defenderse, Wolverhampton había tenido una gran oportunidad con un contraataque del potente Adama Traore, bajado con una infracción en el área; el penal le fue atajado al mexicano Jiménez a los 13 minutos del primer tiempo.
El cabezazo de la clasificación para las semifinales de la Europa League
Ocampos era el que más había buscado el arco, con cuatro remates, pero el equipo inglés que tiene mayoría de portugueses –incluido el director técnico Nuno– por la conexión con el poderoso agente Jorge Mendes no dejaba espacios para la zancada del jugador surgido en Quilmes y partícipe en la campaña de River en el ascenso. Quedaban dos minutos, más el tiempo adicional, cuando una combinación argentina salvó a Sevilla en su competencia favorita, como lo reflejan sus cinco títulos en los últimos 15 años.
"Este equipo tiene hambre" Las palabras del héroe del Sevilla, de Lucas Ocampos, autor del gol de la victoria agónica 1-0 ante los Wolves para clasificar a las semifinales de la #UELxESPN. Párrafo aparte para la asistencia de Ever Banega... pic.twitter.com/R8bsJesSy8&— SportsCenter (@SC_ESPN) August 11, 2020
Éver Banega, que se había pasado toda la calurosa noche alemana tratando de filtrar pases en el compacto esquema de los "Lobos", recibió a la altura de un vértice del área un córner y sacó la asistencia que Ocampos, ubicado de perfil en el primer palo, convirtió en gol con un cabezazo cruzado al otro poste. Hubo gritos de desahogo y abrazos en el campo por la clasificación, mientras el virus se llevaba lo irrecuperable: la fiesta y la euforia que habría desplegado en las tribunas la fiel y apasionada afición de Sevilla.
"Esperaba que el centro de Éver fuera a ese lugar. Estoy supercontento por este granito de arena que ayudó a ganar al equipo. Estaba deseando hacer el primer gol en el torneo. Vamos a enfrentarnos con un rival muy bueno e histórico, pero Sevilla tiene mucha hambre", expresó Ocampos a los micrófonos de la UEFA, aludiendo a Manchester United.
El domingo, en Colonia, Sevilla buscará ante Manchester United la final, instancia que Ocampos protagonizó en 2018, en Olympique, de Marsella, goleado por 3-0 por el Atlético de Madrid de Diego Simeone. La otra semifinal, programada para el lunes en Düsseldorf, enfrentará a Inter y Shakhtar Donetsk, que goleó por 4-1 a Basilea.
La puerta que Lionel Scaloni le había abierto a Ocampos en las últimas dos convocatorias del seleccionado seguramente volverá a estar liberada a partir de su estupenda actualidad. Si se concreta el proyecto de comenzar en octubre las eliminatorias para el Mundial 2022, el extremo integrará la lista, como uno más de la renovación.
Tras pasar por el fútbol francés (Monaco y Olympique) y el italiano (Genoa y Milan), la carrera de Ocampos se cruzó con el director deportivo de ojo más agudo y perspicaz en España: Monchi. Este diseñador de planteles ya había querido llevarlo cuando cumplía esa función en Roma y Ocampos estaba en Milan. No pudo por el alto precio que fijó Olympique, dueño del pase. De regreso a Sevilla, Monchi dispuso del dinero para pagar los 15 millones de euros por la transferencia. Para asegurarlo como un activo del club, le hicieron un contrato por cinco años y fijaron una cláusula de rescisión de 70 millones. En ese momento empezó a ser uno de los mejores jugadores argentinos de la temporada europea, tanto como "Papu" Gómez, la chispa talentosa en el atrevido Atalanta que este miércoles desafiará a PSG en los cuartos de final de la Champions League.
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