Otro conflicto en Boca: Sebastián Villa presiona para irse a Europa, mientras Riquelme y Russo no lo quieren vender

Tras la eliminación de la Copa Libertadores, Boca sigue envuelto en situaciones de conflicto. Primero fueron los fallos arbitrales que lo perjudicaron ante Atlético Mineiro, en la Bombonera y en Belo Horizonte, luego fueron los incidentes que tuvieron un daño colateral: el impedimento que los mejores futbolistas disputen los partidos ante Banfield y San Lorenzo, respectivamente. Y ahora Sebastián Villa vuelve a activar un contrapunto con los dirigentes con final incierto: el delantero presiona para que el club de la Ribera acepte la propuesta de Brujas de Bélgica y lo venda. Del otro lado... pretenden más dinero y hasta ahora rechazaron los ofrecimientos.

Hace rato que Villa, por situaciones deportivas, económicas y personales, pretende irse a jugar al exterior. Hace apenas unas semanas Juan Román Riquelme, vicepresidente xeneize y a cargo del Consejo de Fútbol del club, lo elogió afirmando que era “el mejor jugador del fútbol argentino”, pero eso tuvo dos lecturas para el colombiano. Por un lado, le gustó oír eso de Riquelme. Por el otro, pretendía que los dirigentes xeneizes le hagan un ajuste en el contrato en dirección a esos elogios.

No sólo Riquelme tiene una gran consideración de Villa. También el entrenador Miguel Angel Russo. Desde el 2020 que sostiene en la intimidad que es el mejor jugador que tiene en el plantel. En las preferencias, incluso, lo ponía por encima de Carlos Tevez.

Villa quería (quiere) que esta oferta de Brujas se acepte sí o sí. Quiere irse. Y se lo dijo nuevamente este jueves por la tarde a Miguel Angel Russo. La misma es de 6.500.000 de dólares más otros 2.000.000 de la moneda norteamericana por objetivos a cumplir. Para Boca la oferta es buena, pero siempre y cuando no tuviera que cederle el 30% de esos ingresos a Deportes Tolima, equipo anterior de Villa. Por eso desde un primer momento Riquelme y el Consejo pretendían una cifra mayor.

El futbolista tiene contrato con el club de la Ribera hasta el 30 de junio de 2023, con una cláusula de rescisión de 30 millones de dólares. Está claro que esas cifras fueron establecidas antes de la pandemia por Covid-19 que impactó en todo el mundo, pero los dirigentes de Boca igual pretenden más dinero si van a perder a su mejor jugador.

Como toda negociación, el contexto entró en un tira y afloja con futuro incierto. Porque el fastidio de Villa era notorio tras la nueva negativa de Boca por venderlo. Además... no sólo se trata de irse a Bélgica para una mejora económica, también está la causa judicial de por medio que involucra al futbolista colombiano por violencia de género.

La causa judicial

El delantero de Boca Sebastián Villa será juzgado por el delito de lesiones leves calificadas por el vínculo y por tratarse de un hombre contra una mujer mediando violencia de género en concurso real con amenazas coactivas. Así lo resolvió el juez de Garantías de Esteban Echeverría Javier Maffucci Moore al elevar a la etapa de debate oral la causa que se inició por la denuncia de la por entonces novia del imputado, Daniela Cortés Meneses. Esta situación se dio a conocer el 4 de junio pasado.

Así lo habían informado a LA NACION calificadas fuentes judiciales. El hecho por el que será juzgado Villa ocurrió a fines de abril de 2020 en una propiedad del country Saint Thomas, en Canning. De ser encontrado culpable, el delantero colombiano podría recibir una pena de hasta seis años de cárcel, según explicaron los voceros consultados.

“Un juzgamiento con perspectiva de género impone emplear una mirada contextualizada de los hechos que presenta el caso en su real dimensión, ya que solo desde esa perspectiva pueden obtenerse conclusiones válidas sobre las distintas narraciones”, explicó el magistrado en la elevación a juicio del expediente, resolución a la que tuvo acceso LA NACION.

Los incidentes en Belo Horizonte

Por si fuera poco, Sebastián Villa también fue uno de los futbolistas señalados en Brasil por los incidentes ante Atlético Mineiro en Belo Horizonte, entre el plantel, cuerpo técnico y dirigentes frente a los empleados de seguridad. Por ese motivo, todos terminaron en la comisaría. Y Boca colaboró en el pago de la fianza para que todos sus futbolistas pudieran regresar a la Argentina.

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