Alejandro "Papu" Gómez. El faro que ilumina a Atalanta cumplió 300 partidos en Italia y batió un récord

Solamente la eficacia en los penales de Cristiano Ronaldo fue capaz de evitar que el partido número 300 de Alejandro Gómez por torneos italianos fuera, además, el que pusiera en peligro la dinastía de Juventus en la Serie A. Atalanta baila como Papu y por él. El argentino es el eje creativo del equipo que ha sido la sensación del calcio desde la reanudación y al que sobre la hora se le escapó la victoria como visitante del líder. Ese 2-2 final, por la 32ª fecha, hizo respirar al puntero, sí, pero no enmascaró el nivel futbolístico que está teniendo el pequeño gigante que lleva el dorsal 10 en el conjunto bergamasco.

El argentino conduce y aporta frescura a un equipo que no tiene el mismo caudal de recambio que la Vecchia Signora, pero que fue a pelearle de igual a igual el partido en Turín, pese a que este desenlace del certamen obliga a la reiteración de esfuerzos, luego de la interrupción por la pandemia de coronavirus. Nada amedrenta a Papu y sus compañeros sintonizan el mismo canal, le devuelven las paredes, como la que construyó con el colombiano Duván Zapata para el 1-0 parcial. Para los amigos de los datos, ésa no fue una asistencia más, sino la decimosexta en el campeonato, lo cual implica que, faltando todavía seis jornadas, Gómez es el que más pases-gol ha hecho en una liga italiana en los últimos 15 años. De hecho, es la mayor cantidad desde que hay registros.

Y para los amantes del buen fútbol, esa habilitación fue de las que encandilan más allá de los números fríos. Tras conducir en velocidad desde casi la mitad de la cancha, combinó con Zapata cuando tuvo encima al primer adversario, y en la devolución de Duván él sumó magia. Enganchó de espalda a su marcador en la puerta del área, dejó desairado al holandés Matthijs de Ligt, 12 años menor y 22 centímetros más alto, y con un toque sutil de derecha puso de cara al arquero al goleador colombiano. Papu se quedó sonriendo, con picardía, como espectador privilegiado del tanto que había generado.

Una muestra de sus pinceladas decisivas, de la calidad que lleva a Atalanta a vivir una etapa formidable, más allá de que las dos conversiones de penal del portugués CR7 astillaron el sueño de discutirle el scudetto, al mantenerse nueve puntos de distancia entre ambos equipos. Pero ahí están, primero y tercero, con Lazio (lleva tres derrotas en fila) en el segundo puesto, una unidad por encima de los dirigidos por Gian Piero Gasperini. De todas formas, con 18 puntos en el horizonte, nada está dicho. Queda claro que Juventus, que venía de caer ante Milan por 4-2 tras estar 2-0 arriba, no puede dormirse.

Hay gran mérito del jugador que surgió en Arsenal, de Sarandí, en 2005 y lleva cinco temporadas en Atalanta. A los 32 años, es amo y señor de un equipo en el que acumula 46 goles desde su llegada, en 2014, por todas las competiciones. Seis de ellos se dieron en la actual Serie A. Antes tuvo presencia en Catania, entre 2010 y 2013, previamente al fugaz paso por Metalist Jarkov, de Ucrania. Con el transcurrir del tiempo, Gómez fue convenciéndose de su doble vocación: generar y anotar. Es la mejor arma que tiene el club para afrontar el tramo decisivo de la liga, en la que el conjunto de Bérgamo llevaba nueve triunfos consecutivos, y el de la Champions League, en la que se medirá por los cuartos de final con Paris Saint-Germain el mes próximo, ya concluido el calcio. Por eso, el DT lo cuida, como este sábado, cuando lo reemplazó en el segundo tiempo, con los equipos igualados en un tanto.

De sus pies y de su impronta nace esta cosecha memorable de Atalanta, y puede dar fe de ello también José Palomino, el otro argentino que juega vestido de azul y negro, y que desde la defensa observa sus diabluras. No querría tenerlo del otro lado. Este año, Atalanta perdió sólo uno de sus 17 encuentros, curiosamente, ante el casi descendido SPAL, el 20 de enero. Desde la reanudación de las competencias en Europa, había ganado hasta este sábado todos los partidos (seis), algo que lograron solamente Real Madrid, en la aún no definida liga de España, y Bayern, de Múnich, campeón de la Bundesliga ya finalizada y de la Copa de Alemania.

Cobijado en la astucia de Gómez, Atalanta ofrece un poder de gol que lo pone en la vidriera de los equipos más contundentes de las grandes ligas en esta temporada. Suma 87 en la Serie A, veinte más que Juventus, y apenas cuatro menos que los que acumula Manchester City en la Premier League, en la que lleva jugados 35 partidos, es decir, tres más. El que más tantos marcó es Bayern, que redondeó los 100. Atalanta anotó al menos un gol en sus últimos 24 juegos. Papu lo ha hecho temible.

Este sábado volvió a frotar la lámpara. La celebración quedó ahogada después por esas manos involuntarias del holandés Marten de Roon y el colombiano Luis Muriel tras acciones de Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín, que Cristiano cambió por goles desde los doce pasos. No obstante, el que terminó preocupado fue Juventus, que esta semana bajó su rendimiento y que en el horizonte tiene la obligación de remontar un 0-1 frente a Lyon en los octavos de final de la Champions League. Atalanta tiene un faro de 1,67 metros que ilumina su camino.