¿Gestión vs. resultados? Lanús y Newell’s, en los extremos de la década a pesar de las coincidencias

En principio, no puede haber dos escenarios más diferentes. Lanús responde a una vida institucional reposada, donde los dirigentes acordaron alternarse el poder entre las diferentes agrupaciones. Newell’s hace tiempo que navega entre tembladerales, sus comisiones directivas terminan atomizadas después de discordias electorales y hasta un juez concursal define los pasos financieros del club. Solo ocho equipos han participado de todos los campeonatos de primera en esta década que transita su último año, y dos de ellos son Lanús y Newell’s. Equipos enfrentados: Lanús es el que menos entrenadores empleó, apenas 6, y nadie utilizó más que Newell’s, 20. Pero de repente se igualan en rentabilidad y sufrimiento, porque los dos salieron campeones (en 2013 Newell’s, en 2016 Lanús) y, también, ambos coquetearon con el descenso.

¿Este escenario cuestiona la validez de los proyectos y la estabilidad? ¿Da lo mismo sostener una idea que entregarse a apuestas salvadoras? No. La mirada larga pone todo en su lugar: mientras Lanús aparece en el podio de los equipos que más puntos sumaron durante la década –persigue a Boca y Racing–, a Newell’s hay que rastrillarlo detrás del décimo lugar.

La regularidad es consecuencia de la consistencia. De un plan, de un proyecto. En definitiva, al Granate únicamente lo dirigieron Gabriel Schurrer, Guillermo Barros Schelotto, Jorge Almirón, Ezequiel Carboni, Rodrigo Acosta y Luis Zubeldía, que regresó al club en agosto de 2018. Y Rodrigo Acosta, ex defensor y hermano del ‘Laucha’, apenas condujo un encuentro entre la salida de Carboni y la asunción de Zubeldía.

Y vale una aclaración, porque Boca también empleó a seis entrenadores en el mismo lapso, pero todos ellos fueron ‘titulares’, ninguno actuó como un parche de emergencia: Julio César Falcioni, Carlos Bianchi, Rodolfo Arruabarrena, Guillermo Barros Schelotto, Gustavo Alfaro y actualmente, Miguel Ángel Russo. Por eso la situación de Lanús es realmente distintiva.

Nicolás Russo, presidente de Lanús, le explica a LA NACION la fórmula de su club. "En Lanús hay un proyecto de trabajo que está sostenido por la unidad dirigencial; por más que cambien las comisiones directivas, se sigue el mismo plan. Y ese proyecto dice que la apuesta es el fútbol infantil y juvenil, y todos los técnicos que vienen deben adaptarse al proyecto de Lanús. Nunca es al revés. Lanús apuesta por la promoción de juveniles y Lanús vive de la venta de jugadores. Los jugadores buenos, los de jerarquía, es imposible que Lanús los compre…, porque los fabricamos en casa", cuenta, orgulloso.

Un día de verano de 2016, Maximiliano Rodríguez, emblema leproso, en diálogo con LA NACION entregaba una descarnada pintura de esa entidad a la que adora: "Este club es difícil de entender: cada uno busca su beneficio. Si vamos a buscar el beneficio para cada uno, estamos muertos. Hay gente que no busca el crecimiento del club, sino el beneficio personal. Yo, que volví a jugar por la camiseta, veo como unos y otros se pelean por dos pesos".

Pasaron cuatro años, mil avatares. Los escenarios no son siempre iguales. Pero después del relato de Russo, aquella queja de Maxi Rodríguez ayuda a entender la contracara.

Es que los rosarinos han recorrido el camino exactamente opuesto. No podía haber dos extremos más definidos. Son 20 los apellidos, sí, 20. Apenas se repite Juan Pablo Vojvoda. Pasaron glorias como Gerardo Martino –naturalmente, el mejor, campeón, una magnifica experiencia que el club no rentabilizó– y Américo Gallego. Otros con fuerte identificación leprosa, como Roberto Sensini, Alfredo Berti, Lucas Bernardi, Ricardo Lunari y Juan Manuel Llop, todos consagrados en la institución como futbolistas. Apuestas del riñón como Javier Torrente, Sergio Giovagnoli, Claudio Raggio, Carlos Picerni, Fabián Garfagnoli, Diego Osella… y nada ni nadie dio resultados. Tampoco outsaiders como Diego Cagna y Omar De Felippe… Actualmente, Frank Kudelka conduce el operativo rescate de Newell’s, que abrió esta temporada en puestos de descenso.

Los interinos han tomado protagonismo cuando se repasa la metamorfosis de algunos cuerpos técnicos. Y aunque se repiten los apellidos, conviene contabilizarlos como si llegara un nuevo entrenador, ya que cada vez que son llamados de urgencia, acuden para reemplazar un ciclo destituido.

Por ejemplo, Racing en dos ocasiones apeló durante la década a Fabio Radaelli; lo mismo hizo San Lorenzo con Claudio Biaggio y con Diego Monarriz, con la variante que en la segunda oportunidad, a ambos los confirmó en el puesto; Estudiantes echó mano a Martín Zuccarelli en dos instancias y hasta tres veces convocó a Leandro Benítez. Claro que el récord le pertenece a Godoy Cruz, con su bombero favorito: Daniel Oldrá, que en cinco ocasiones asumió de emergencia al frente del plantel de primera división. Después, siempre volvió al lugar que él elige: las divisiones inferiores.

Otros equipos se perdieron muy pocos torneos de primera durante la década. Rosario Central faltó tres temporadas (2010/11, 2011/12, 2012/13), Unión dos (2010/11 y 2013/14), al igual que Belgrano, la 2010/11 y la actual… Y River, apenas una, la 2011/2012, la única de su historia al margen de la A.

Con esta salvedad, son los millonarios los que menos técnicos emplearon, tan solo cinco: Juan José López, Matías Almeyda, Ramón Díaz, Gustavo Zapata y Marcelo Gallardo. Y Zapata ocupó interinamente el puesto durante una pretemporada, hasta que se acordó el desembarco del entrenador que reescribiría los libros. Claro, el caso River es tan infrecuente que Gallardo está en el cargo desde mediados de 2014, el entrenador con más continuidad en tiempos modernos. Una rareza en esta época arrasada por la impaciencia y la crispación.

De menor a mayor

Sólo ocho clubes jugaron, hasta aquí, todos los torneos de la década en primera. Este es el detalle de los técnicos que utilizaron:

• Lanús 6: Gabriel Schurrer, Guillermo Barros Schelotto, Jorge Almirón, Ezequiel Carboni, Rodrigo Acosta y Luis Zubeldía.
• Boca 6: Julio César Falcioni, Carlos Bianchi, Rodolfo Arruabarrena, Guillermo Barros Schelotto, Gustavo Alfaro y Miguel Ángel Russo.
• Vélez 9: Ricardo Gareca, José Flores, Miguel Ángel Russo, Christian Bassedas, Alberto Fanessi y Guillermo Morigi, Omar De Felippe, Marcelo Gómez y Gabriel Heinze.
• Racing 17: Miguel Ángel Russo, Diego Simeone, Alfio Basile, Luis Zubeldía, Fabio Radaelli, Carlos Ischia, Ignacio González, Reinaldo Merlo, Fabio Radaelli, Diego Cocca, Facundo Sava, Claudio Ubeda, Ricardo Zielinski, Diego Cocca, Juan R. Fleita, Eduardo Coudet y Sebastián Beccacece.
• San Lorenzo 18: Ramón Díaz, Miguel Tojo, Omar Asad, Esteban González, Claudio Biaggio, Leonardo Madelón, Ricardo Caruso Lombardi, Juan Antonio Pizzi, Edgardo Bauza, Pablo Guede, Diego Aguirre, Claudio Biaggio, Diego Monarriz, Jorge Almirón, Diego Monarriz, Juan Antonio Pizzi y Diego Monarriz-Hugo Tocalli.
• Estudiantes 20: Alejandro Sabella, Eduardo Berizzo, Luis Suárez, Miguel Ángel Russo, Juan Manuel Azconzábal, Martín Zuccarelli, Diego Cagna, Martín Zuccarelli, Mauricio Pellegrino, Claudio Vivas, Gabriel Milito, Nelson Vivas, Lucas Nardi, Leandro Benítez, Gustavo Matosas, Leandro Benítez, Lucas Bernardi, Leandro Benítez, Pablo Quatrocchi y Gabriel Milito.
• Godoy Cruz 20: Jorge Da Silva, Nery Pumpido, Daniel Oldrá, Omar Asad, Martín Palermo, Jorge Almirón, Carlos Mayor, Daniel Oldrá, Gabriel Heinze, Daniel Oldrá, Sebastián Méndez, Lucas Bernardi, Mauricio Larriera, Diego Dabove, Marcelo Gómez, Daniel Oldrá, Lucas Bernardi, Javier Patalano, Daniel Oldrá y Mario Sciaqua.
• Newell’s 20: Roberto Sensini, Ricardo Johansen, Javier Torrente, Sergio Giovagnoli, Diego Cagna, Gerardo Martino, Alfredo Berti, Ricardo Lunari, Claudio Raggio, Américo Gallego, Carlos Picerni, Lucas Bernardi, Juan Pablo Vojvoda, Diego Osella, Juan Pablo Vojvoda, Juan Manuel Llop, Fabián Garfagnoli, Omar De Felippe, Héctor Bidoglio y Frank Kudelka.