Qué es Mediapro, el candidato que bajó desde España

MADRID.– Hay dos formas de ver fútbol profesional en España: ir a la cancha o pagarle a Jaume Roures.

El fundador y hombre fuerte de Mediapro, la compañía que ahora entró en la pugna por los derechos televisivos del campeonato argentino, construyó un imperio que domina el negocio del fútbol en el país, a fuerza de doblegar a gigantes de la comunicación ante los que parecía destinado a sucumbir.

Hace 10 años Roures se enfrentó al grupo Prisa, dueño entonces de la mayor plataforma de televisión de pago, al comprar los derechos televisivos del Barcelona y el Real Madrid, por 1000 millones de euros cada uno. Se desató una guerra feroz, en la que Mediapro estuvo al borde del desastre, pero de la que salió airoso, con la instauración de un nuevo modelo de difusión de la Liga.

“Ellos querían un fútbol de pay per view a 12 euros por partido. Nosotros, todo el campeonato a 15 euros por mes. ¿Quién hizo el fútbol más accesible? Nosotros”, sostiene Roures, catalanísimo, de 66 años. Se define como marxista (nostalgias de su militancia juvenil) y no tiene problema en decir que vota a Podemos, el partido de los indignados.

Siempre de perfil reservado, la década pasada alcanzó una enorme relevancia política a medida que crecía su conglomerado de comunicación y contenidos. A la producción de cine y series (tuvo a Woody Allen en su cartera), le sumó la fundación del canal de aire La Sexta y del diario Público.

Se le atribuía una cercanía –que él niega– con el entonces presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. El grupo Prisa, dueño de El País, interpretaba que aquel gobierno estaba alimentando la creación de un multimedio que le disputara la primacía del mercado español.

Mediapro se desprendió poco después del canal y cerró el diario. Hoy sigue siendo líder en producción de series, películas y formatos televisivos. Tiene divisiones de marketing, asesoría y publicidad. Y mantiene en el fútbol una fuente incesante de ingresos.

Los enemigos de Roures le adjudican una vinculación algo más que personal con el presidente de la Liga, Javier Tebas, aquel que asesoró a dirigentes argentinos en el proyecto de la Superliga.

El último gran golpe de Mediapro fue ganar la subasta de derechos del campeonato español por tres años. Gestiona además en España las transmisiones de la Champions, de la Copa del Rey y del torneo de Segunda.

El año pasado tuvo en jaque nada menos que a Telefónica, dueña del mayor operador de televisión satelital, que se negaba a pagar lo que pedía Roures para dejarle incluir en su oferta los partidos europeos. Como consecuencia, la mayoría de los españoles se quedó sin ver la Champions en casa durante media temporada.

Al final, Telefónica accedió a firmar un acuerdo por 2400 millones de euros que incluye los derechos para pasar la Champions, la Europa League y la Liga.

El formato de venta al público consiste en el pago de un abono mensual (ronda los 15 euros). Los partidos se pasan por canales de BeIN Sports, propiedad de Mediapro en asociación con la cadena qatarí Al Jazeera.

El modelo incluye un solo partido a la semana en canales de aire, en general los lunes y siempre de equipos chicos. Ahora Mediapro amplió la oferta en abierto, al colocar toda la Copa del Rey, que en general despierta menos interés, en un canal propio (Gol TV).

En América latina gestiona los derechos del torneo brasileño. En la Argentina exploró hace tiempo negocios con el fútbol. Roures estuvo en conversaciones para lanzar un canal de Boca. Se reunió en Buenos Aires con Mauricio Macri, entonces presidente del club. No prosperó.