Radiografía de Paraguay: el laboratorio táctico de Ramón para llegar a las semifinales

CONCEPCIÓN, Chile (De un enviado especial).- "Si no se gana la credibilidad después de haber jugado ante Argentina, Uruguay y Brasil sin que nos pudieran ganar… Hay que tener respeto por este equipo", fue el desahogo de Ramón Díaz apenas terminó el partido contra la verdeamarela, que dejó a Paraguay entre los cuatro mejores de la Copa América. Ahora, su rival será el seleccionado del Tata Martino, como en la primera rueda de este certamen, este martes, desde las 20.30.

Ramón Díaz llegó a esta Copa América cuestionado por el armado del plantel. La principal crítica giraba en torno a la presencia de muchos jugadores "viejos" y la ausencia de futbolistas que jugaran en Paraguay. Sólo cinco de los 23 están en el fútbol paraguayo. Por eso, quienes cuestionaban al riojano entendían que la base de los equipos Guaraní, Libertad o Cerro Porteño -protagonistas del fútbol sudamericano los últimos años- podían servir para renovar a la selección. Sin embargo, el DT no dudó y eligió a los hombres de mayor experiencia.

Tengo un grupo de jugadores de mucha experiencia, capacidad y son ellos los verdaderos protagonistas

Durante la Copa América, Paraguay fue mutando su esquema y su estilo de juego. Se adaptó a cada rival. Junto a Emiliano Díaz y Andrés Silvera, sus colaboradores más cercanos, Ramón Díaz fue planteando partido a partido el equipo y la manera de salir a la cancha. De un estilo defensivo, como el que tuvo ante la Argentina, a uno más clásico y del paladar del DT, con un enganche y dos delanteros, como pasó frente a Jamaica. Paraguay convirtió cinco goles en la Copa, pero igual sufre en el aspecto defensivo -e hicieron cuatro tantos-. Tiene en la pelota parada un arma que sabe explotar y el juego aéreo uno de sus fuertes.

De los cinco goles marcados por Paraguay en esta competencia, dos llegaron por vía aérea. Uno contra la Argentina y el otro ante Uruguay. Luego, convirtió uno de penal, otro tras un zapatazo de afuera del área y el restante gracias al blooper del arquero Kerr de Jamaica.

A lo largo del torneo, el equipo se fue amoldando a distintos estilos de juego. Por eso, de un partido a otro Ramón siempre realizó modificaciones: tres ante Jamaica, seis contra Uruguay y cuatro frente a Brasil. Siempre buscó tener ataque por afuera, para que la pelota llegara limpia a sus delanteros de área, ya sea Roque Santa Cruz, Lucas Barrios o el propio Nélson Haedo Valdez, tres buenos cabeceadores.

El primer tiempo contra la Argentina comenzó con un 4-5-1, con Haedo Valdez corriendo por la banda marcando el sector donde se movieron Lionel Messi y Javier Pastore. En el segundo tiempo movió el banco, cambió a un 4-4-2 más tradicional -entró Derlis González por Ortiz- y terminó rescatando un empate. Ante Jamaica, el más débil de la zona, formó con el tradicional 4-3-1-2, esquema a gusto del entrenador, y ganó. Ante Uruguay modificó más de la mitad del equipo, arquero incluido -Villar se perdió los dos primeros por lesión- y jugó con un 4-4-2 con el que terminó empatando.

Ante Brasil, las variantes de nombres no fueron la excepción. Ingresaron cuatro jugadores. Volvió al 4-4-2, pero con la presencia de Derlis González, un volante creativo, quien terminó siendo la figura del partido convirtiendo el penal del 1-1 en los 90 minutos, y el decisivo en la definición para sacar el boleto a la semifinal.

Hoy Paraguay no cuenta con Néstor Ortigoza, lesionado, una pieza clave en el esquema que Ramón Díaz pensó para el primer partido contra la Argentina. El riojano está en una encrucijada. Puede elegir la formación defensiva del primer tiempo de aquel cruce en La Serena, cuando se fue dos goles abajo, o pensar en buscar un poco más el arco de Sergio Romero, aunque así, sabe que cualquier ataque con espacios para los delanteros de la selección puede ser letal.

"La clave está en la convicción de las características que tiene este grupo, el ambiente entre ellos a nivel grupal, hemos usado a todos los jugadores", señaló el riojano luego de dejar en el camino a Brasil. De los 23 jugadores convocados, utilizó a 21. Los únicos dos que no tuvieron ni un minuto en cancha fueron Alfredo Aguilar, el tercer arquero, y el defensor Fabián Balbuena.

"Tengo un grupo de jugadores de mucha experiencia, capacidad y son ellos los verdaderos protagonistas que transmiten a los más jóvenes el camino a seguir. Veo muy felices a los muchachos, a los dirigentes y seguramente también a toda la gente de Paraguay", decía Ramón. Claro que sí: su equipo está entre los cuatro mejores del continente y buscará mañana derrotar a la poderosa Argentina, por un lugar en la final.

tb/av