Con la cabeza en la Libertadores, los suplentes de River y Racing aburrieron: igualdad 0-0

Con el cuerpo en el campeonato y la mente en la Copa Libertadores. Con las mejores cartas en el mazo y los comodines en el paño. El torneo atravesó el máximo certamen internacional de clubes del continente, y el clásico más antiguo del fútbol argentino resultó un empate sin goles, con un juego de bajo vuelo. Con River en el rol de protagonista, pero con confusión y cierta intermitencia para desarrollar la idea; con Racing refugiado en su campo, midiendo la oportunidad y el error para lastimar. Los dos se quedaron a mitad de camino. La igualdad dejó algunas señales para el futuro inmediato, que tiene fecha: los exámenes del jueves, por la Copa, esa ilusión que invade a los millonarios y también a la Academia. Hasta el entorno miró y cantó por lo que viene, prestándole escasa atención a lo que ofrecían los futbolistas.

Un campeonato de largo aliento, como el que se diseñó, con 30 fechas, posibilita tomarse algunas licencias. Y River y Racing no dudaron en quitarle atención al torneo, al que todavía le restarán 18 encuentros, porque lo que apremia es seguir avanzando en la Copa Libertadores. Los millonarios, montados en la trilogía superclásica, que los desgasta física y anímicamente; la Academia, con una prueba de menos tensión, aunque Montevideo Wanderers obligará al club de Avellaneda a tomar riesgos. El 0-0 le dejó un sinsabor mayor a River, porque fue el que aún con mayoría de piezas alternativas hizo el intento por sostener su plan original, ese modelo que impuso el director técnico Gallardo. Para Racing, las diferencias entre los que componen la estructura que renovó el sueño y aquellos que tienen menos rodaje, es demasiado grande y quedó expuesta en el Monumental. Poner a resguardo un invicto de 11 partidos es lo que rescató la Academia de un partido históricamente incómodo.

Con Barovero y Funes Mori como únicos nombres fijos para jugar el jueves en la Bombonera, ya que Mercado está suspendido, Ariel Rojas, Pisculichi y Cavenaghi tenían en el clásico la oportunidad de presionar al Muñeco por un espacio en el decisivo partido con los xeneizes. La recuperación del poder de la pelota parada, ejecutada por Pisculichi, que tres veces, a través de Funes Mori, Pezzella y Mercado, puso en situación de gol al equipo, es un aliciente para Gallardo, que con el estratego tiene un argumento más para lastimar; Rojas, que se marchará en junio, sería una opción, mientras que el goleador desperdició una nueva ocasión. Entre los juveniles, Guido Rodríguez enseñó presencia y fue un distribuidor con elegancia, mientras que la tarea de Boyé fue de mayor a menor y terminó reemplazado por Gio Simeone.

En la Academia se destacó la firmeza del capitán Lollo y la peligrosidad de Brian Fernández, el único que con velocidad y potencia inquietó a la última línea de River, que defendió con tres y que la única vez que quedó expuesta fue en un contraataque, donde Racing no supo imponer la superioridad numérica de los cinco jugadores que atacaban. Ni los ingresos de Videla, para apuntalar la contención, ya que los millonarios dispusieron del manejo de la pelota, y del goleador Bou para ser incisivo, alcanzaron para maquillar el déficit futbolístico de la Academia de Cocca.

River y Racing cerraron un capítulo y ya empezaron a escribir el próximo. Jugaron por el torneo, pero pensando y velando las armas para la Copa Libertadores.

Una de las más claras:

La Copa Libertadores es mi obsesión. Ambos equipos jugarán el próximo jueves los partidos de vuelta de los octavos de final. Los millonarios visitarán a Boca, luego del triunfo en el Monumental por 1-0. Racing, en cambio, será local ante Wanderers, tras la igualdad 1-1 en Uruguay.

Lollo, otra vez titular. Un minuto frente a Wanderers, en Montevideo, y el regreso a la titularidad. Luciano Lollo no estaba desde el arranque en la Academia desde el partido con Temperley, por la 3a fecha.

El invicto de la Academia. No fue el mejor debut (perdió 1-0 con Central), pero desde entonces Racing no volvió a tropezar en el torneo: suma cinco éxitos y seis empates. Además, ya luce cuatro cotejos sin recibir goles.

El nuevo ídolo: Carlos Sánchez. Autor del gol a Boca, por la Libertadores, en la pantalla del Monumental emitieron los goles del uruguayo Carlos Sánchez en 2015.