San Lorenzo-Aldosivi: un aburrido 0-0 entre dos equipos que dividen sus caminos en la Copa Maradona

Para los pibes que asoman a la primera división, para veteranos relegados e inclusive para aquellos que llegaron a entrenarse al margen del plantel profesional. Esta desarticulada copa -es una afrenta bautizarla Diego Maradona- les da cabida a todos, es un tubo de ensayo para la mayoría de los equipos. De esa experimentación con elementos tan variados, rara vez surge buen fútbol, y más difícil es encontrar partidos interesantes, atractivos. El 0-0 en el Nuevo Gasómetro fue una prueba más en ese sentido.

San Lorenzo y Aldosivi les dieron forma a otros 90 minutos con destino a la papelera de reciclaje. Invicto en sus seis encuentros de un ciclo que debió esperar 229 días de pandemia hasta su debut oficial, Mariano Soso le dio descanso a gran parte de los titulares que ya habían conseguido la clasificación a la Zona Campeonato.

La rotación les hizo lugar a varios juveniles de las inferiores, sobre todo en el medio campo, con Alexis Sabella (19 años), Nicolás Fernández Mercau (20) y Julián Palacios (21), más el delantero Alexander Díaz (20), que en la ida en Mar del Plata había marcado su primer gol. Reservados los zagueros Donatti y Gattoni, en la formación apareció Vergini, que no jugaba desde noviembre de 2019 y pasó varias semanas trotando solo alrededor de la cancha, sin ser tenido en cuenta por los técnicos anteriores y sin que los dirigentes pudieran librarse de su oneroso contrato.

El centro-delantero Franco Di Santo, un mendocino que hizo toda su carrera en el exterior, disputó a los 31 años su primer cotejo de titular en el fútbol argentino. Recostado sobre la izquierda en una línea de cuatro volantes, Nacho Piatti (35 años) apenas encuentró resquicios para desplegar la calidad que lo mantuvo tantos años en la MLS de los Estados Unidos.

Este engendro de torneo adolece de todo un poco. No hubo clásicos en la primera etapa, no computa para los descensos, hubo fechas en las que faltaron los jugadores convocados a sus seleccionados, abundan las formaciones suplentes en los equipos que participan en la Copa Libertadores, no tiene control antidoping. En el gran desbarajuste, San Lorenzo dispuso una formación alternativa ante un rival, Aldosivi, que necesitaba obtener un mejor resultado que Argentinos para no caer en la Zona Complementación, una denominación tan extraña y poco futbolera como viene siendo el certamen.

Lo mejor del partido

La chatura y falta de ideas fueron una constante. A los más jóvenes les faltó atrevimiento y los más veteranos no dictaron una línea de juego. Di Santo intentó jugar con el manual europeo de pivotear de espaldas, jugar a un toque e ir a buscar la descarga, pero no encontró interlocutores. El fútbol criollo se enreda en decisiones confusas y avances atropellados. Cuando a Di Santo le llegó una pelota en una acción en la que pudo sacarse de encima al rústico Schunke, Pocrnijc le tapó con una pierna la definición. "Me encontré con un fútbol duro y físico. Hay que adaptarse a las mañas, a los roces", dijo Di Santo, tras el final del encuentro.

Mermado por las lesiones, Aldosivi no tuvo con qué inquietar al Ciclón. Se esforzó sin generar situaciones de gol. Tampoco tuvo tantas San Lorenzo, más allá de que insinuó ser más ofensivo. Del lado marplatense, excepto de la buena técnica y movimientos inteligentes de Andrada, no podía esperarse mucho más.

Con la formación B, San Lorenzo mantuvo la seguridad defensiva que lo muestra con un solo gol recibido en seis cotejos. En una copa que la mayoría observa sin un especial interés, para San Lorenzo tiene el estímulo que le puede dar la clasificación para la Copa Libertadores 2021. Para eso necesita ser campeón, misión para la que cuenta con los mellizos paraguayos Oscar y Ángel Romero, un caudal de fútbol y profundidad ofensiva con el que se puede hacer negocio en esta devaluada y aburrida competencia.