San Lorenzo-Boca: el árbitro Trucco hizo un buen trabajo hasta el minuto 83

Siempre esta clase de partidos dejan mucho material para el análisis arbitral. Sobre todo un San Lorenzo vs. Boca, con toda la relevancia que ese clásico tomó en los últimos años. Hacía varios días que se hablaba de este partido y la efervescencia se concentró alrededor de él. Había un clima especial en este encuentro que podía ser decisivo para el futuro de la Superliga. Y Silvio Trucco no quedó al margen de semejante enfrentamiento.

El arbitraje de Trucco fue correcto hasta la segunda expulsión. El juez hizo un buen trabajo hasta el minuto 83, cuando decidió expulsar a Gabriel Rojas, de San Lorenzo. Hasta entonces había estado correcto, salvo por algunas faltas menores que, según la mirada del momento, podían haberse cobrado. Pero son esas jugadas de repentización que no inciden en el desarrollo de un encuentro tan parejo como del que estamos hablando. A partir de entonces, el desarrollo se deformó, se recalentó y esos 12 o 13 minutos restantes marcaron un pico de adrenalina en el que a ninguno le gusta estar.

La jugada en cuestión encontró a Gabriel Rojas, de San Lorenzo, que se arrojó con los pies hacia adelante, y al colombiano Wilmar Barrios, de Boca, que no ahorró riesgos en el momento de disputar el balón. Si Trucco consideró la acción de Rojas como temeraria, bien pudo hacerlo de igual manera con Barrios. Ambos ya estaban amonestados. El juez debió haber valorado la acción del mismo modo porque ninguno de los protagonistas ahorró fuerzas en su intento por quedarse con la pelota. Al no haber considerado la escena en partes iguales, el expulsado estuvo del lado de San Lorenzo. Y, si se tiene en cuenta que el conjunto azulgrana ya tenía un jugador menos por la justa tarjeta roja para Facundo Quignon, el Nuevo Gasómetro se transformó en un hervidero. A estas alturas hay que ser claros. Esa decisión de Trucco generó incomodidad hasta el final.

Otra jugada que en la jerga definimos como muy finita también generó reclamos. La verdad es que fue muy difícil definirla. Boca reclamó un penal a Emmanuel Mas. Se vio la cercanía entre los jugadores, pero Trucco valoró la falta. El contacto fue mínimo y, sobre todo, se dio fuera del área. Es decir, quedó como una falla menor porque no fue dentro del área. Respecto del gol de Boca habrá que decir que fue un offside televisivo. En la cancha es muy complejo advertirlo para la vista humana. Esta casi en la misma línea. Entonces, hay que darle la derecha al árbitro.

Sé que los dirigentes de los clubes están enojados. Pero en estos momentos apostaría por la tranquilidad. No hay que ver situaciones de complot porque eso sería dudar de la honorabilidad de los árbitros. Como en todos los tiempos, los jueces aciertan y se equivocan. Y comentarios tan agudos no ayudan para nada en busca del cambio tan mentado en el fútbol argentino. A un árbitro se lo designa. Y si se equivoca, se equivocó y punto. Si no todos los arbitrajes estarán bajo sospecha.ß

Ángel Sánchez es secretario técnico de la Dirección Nacional de Arbitraje