Se fue Domínguez y ya arregló Caruso

Todo se resolvió en cuestión de horas. A veces, el fútbol argentino es sorprendentemente frenético. Por la mañana, Eduardo Domínguez, sin energía, se despidió de Huracán. Por la tarde, se resolvió el arribo de Ricardo Caruso Lombardi. "Estoy con una madurez bárbara. Uno está siempre preparado para dirigir", advirtió el polémico DT, que asumirá hoy. Y debutará pasado mañana, en el choque contra Atlético, en Tucumán.

Horas antes, Eduardo Domínguez había asegurado que no era "hipócrita" y justificado su decisión de renunciar a Huracán por "situaciones que no dan para más", en referencia a la problemática relación con la dirigencia, en especial con el presidente Alejandro Nadur, que un día antes había garantizado su continuidad en el cargo. "Hay situaciones que uno no comparte y ciclos que se cumplen. Es un desgaste, hace cuatro años que estoy en el club [sumada su etapa como jugador]... No hay marcha atrás", reafirmó el entrenador en el predio La Quemita, tras despedirse del plantel.

Con un discurso medido, Domínguez evitó referencias explícitas. "Por cómo se dieron las cosas, cada uno sabe, cuerpo técnico y dirigentes, qué hizo bien y qué hizo mal", afirmó.

"Es difícil explicar el por qué de mi decisión cuando no se está en el día a día. No es algo puntual, son un montón de gotas que rebalsaron el vaso. No soy hipócrita, no puedo venir acá y decir que está todo bien cuando no lo está", graficó el ex defensor tras cerrar su primera experiencia como técnico.

En su ciclo de 52 partidos (nacionales e internacionales), ganó 18, empató 22 y perdió 12. Sus mejores resultados se dieron en el plano continental con la final alcanzada en la Copa Sudamericana 2015 y con el octavo de final conseguido en la Libertadores de este año. Ahora, será sucedido por Caruso, que dirigió al clásico adversario: salvó a San Lorenzo del descenso en julio de 2012.