Sueños de gloria
RÍO DE JANEIRO.- Cierro los ojos, imposible no emocionarme. Recuerdos de mi infancia, cuando jugaba en las inferiores de Argentinos. Catarata de postales, escalofríos. El delirio de un grito inédito. De euforia tan especial, tan orgánica, entre papelitos en las calles y la Copa en las manos del 10, de Maradona.
Tenía 10 años cuando la Argentina enfrentó por primera vez en una final a una Alemania de verde. Cuando desperté, hoy, empecé a imaginar este presente paralelo, entre similitudes y deseos...
Ahí iba Diego de enganche, (como Messi con Suiza), dándole el pase de oro para el pique del ladero, genial Burru, ante la diagonal desesperada de Briegel. Ahí va Valdano, gigante en México, partiendo de lateral derecho, para llegar bajo el arco y llenarse de gol (como Higuaín... travesaño ante Bélgica). Ahí está el Tata Brown, con las manos hacia el cielo, agradeciendo su eternidad (Garay, caudillo).
La Argentina era favorita. Tenía más equipo y un Maradona de otro planeta. Pero los detalles casi la desestablizan. Y los detalles, hoy, serán fundamentales frente a esta Alemania poderosa. Que ataca mejor de lo que defiende. Aquel día, fueron dos goles de pelota parada, dos cabezazos en el área... Pero esa camada brillante del '86 lo hizo posible.
En Italia 90 llegamos sin Cani y sin el Vasco Olarticoechea (el otro Vasco ya había hecho bastante), y con Diego baleado. Fue de la Alemania de Matthaeus, entonces.
"Pasan los años, pasan los jugadores, pero a la Argentina cada vez la quiero más": 24 años después, la selección de otro ex entrenador de Estudiantes tiene una nueva chance. Esta generación está parada a las puertas de la gloria y no la quiere dejar escapar (que les cuente Mascherano lo que sudó para llegar acá). Pocos creían en ella pese a tener a Messi, el mejor del mundo (¿será una coincidencia?).
Esta selección defendió mejor que nadie y se cerró, se unió y se aferró a su poderío sin crear enemigos externos. Ganó jugadores importantes en mitad de cancha (Biglia, como Enrique) y un lateral que creció en la Copa (Rojo, como Cucciuffo). Encima, el cómplice creativo, el escape con desequilibrio y gol, Di María, lleva la 7: todas las velas prendidas (Burru debe de estar riéndose). Cierro los ojos en Río, como hincha otra vez. Tan orgulloso por estos jugadores como cuando tenía 10 años y veía por primera vez una final de Mundial. Soñaba con verlos campeones, soñaba con ser jugador de selección.
Mis apuntes de Alemania:
-Les encanta la posesión. Parecen devotos de ella desde 2006 y más aún con la influencia Pep. Es una "facilidad" que tuvieron hasta ahora: con presión afinada, alta, se puede dar el zarpazo.
-Pelota parada poderosa y efectiva (Hummels ya hizo dos). Habrá que evitar las faltas de espaldas y a los costados.
-Presión por cambio de lado: van a buscar a campo rival y vuelcan su equipo. El remedio es meter de vez en cuando bochazo a la espalda del lateral contrario (lo hizo Ghana).
-Juegan con las líneas cortas, todos en 20 metros. Por momentos achican y hasta juegan un offside peligroso. Ideal para Lavezzi/Enzo.
-La batalla lateral. Lahm no dejará de apoyar en ataque porque es desahogo y salida. Rojo puede estar más fijo y hacerle el 2-1 en sociedad, pero no nos pueden hacer lo contrario (Marcelo fue vapuleado).
-La (poca) velocidad de Boateng y Hummels es otro punto a favor de Messi/Higuaín. Hay que explorar, hay minerales allí.
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