Todos juegan: la Primera Nacional, la polémica por el posible formato del torneo y lo que se espera desde Suiza

La mayoría de los clubes de la Primera Nacional se reunió el martes en forma virtual para avanzar hacia la reanudación del torneo, segura de que el comité ejecutivo de la AFA ya había dado por "finalizada" la competencia con la salvedad de que "los ascensos se definirían en la cancha". A los comprometidos por la posibilidad del descenso ya les habían tirado una soga: todos mantuvieron la categoría. Si bien no hubo definición de formato, sí existió un acuerdo: todos van a jugar por los dos ascensos en disputa. Los 32 equipos.

Pese a que ninguno quiera hablar de formatos, la AFA tiene una idea en la cabeza. Y es que los seis primeros de cada una de las dos zonas al momento de la paralización del torneo jueguen entre sí por el primer ascenso. El formato de esta especie de reducido, lógicamente, dependerá de los tiempos disponibles. Uno de los 12 ascenderá y los otros 11 tendrán otra chance.

Los otros 20 equipos de la categoría jugarían entre sí a eliminación directa. Quedarían 10, que se unirían a todos los que ya jugaron por el primer ascenso, en otro minitorneo para dirimir el segundo pasaje a la Liga Profesional. El perdedor de aquella final por el primer ascenso entraría en una instancia más avanzada de este segundo reducido. Este es uno de los tantos bosquejos que los integrantes de la comisión tendrán en cuenta.

Este esqueleto de torneo, como cualquiera de los que implique hacer jugar a los 32 equipos por los dos ascensos, entraña un problema: minimiza los beneficios de quienes terminaron en la parte alta del torneo luego de 21 fechas (a la competencia le faltaban nueve fechas). Dicho de otra forma, la "ventaja" por haber hecho una gran campaña en la fase regular de la temporada se reduce a la definición de una instancia de eliminación directa. Además, termina poniendo en igualdad de condiciones a los equipos que marchaban últimos (Nueva Chicago y Gimnasia de Jujuy) con el resto.

Los directivos conformaron una comisión de trabajo, que estará presidida por Marcelo Achile (Defensores de Belgrano) el máximo dirigente de la categoría y vicepresidente de la AFA. Este grupo se encargará de estudiar los diferentes formatos posibles y presentar ante la mesa de la categoría, primero, y ante el comité ejecutivo de la AFA, después, el esquema definitivo de la competencia.

Claro que, al igual que lo que sucede en la Liga Profesional, el formato del torneo (o de lo que queda de él) dependerá de las fechas que la pandemia permita jugar hasta fin de año. Y, también, de un factor externo del que no se habló ni una palabra en la reunión, pero que todos los directivos de los clubes conocen de memoria: el resultado del reclamo iniciado por San Martín de Tucumán en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), con sede en Lausanna, Suiza.

Si la justicia deportiva le da la razón al Santo y les reconoce el ascenso a la Liga Profesional, la Primera Nacional no tendría disponibles dos ascensos, sino uno. Al proceso judicial le falta una audiencia entre las partes (la AFA y el club que preside Roberto Sagra), aún sin fecha, y una resolución que se estima para el mes próximo. Pero, además, nadie sabe cuándo se reanudarán los vuelos de cabotaje, fundamentales para recorrer las distancias entre los clubes de la Primera Nacional.

"Nos dijeron en Aerolíneas que no vuelven hasta el 15 de noviembre", refirió un directivo de la categoría, fuera de micrófono. Y agregó: "Todo lo que se diga sobre la reunión y sobre el torneo puede quedar en la nada". "El encuentro sirvió para bajar la ansiedad, pero nunca iba a terminar con una resolución sobre el formato del torneo", comentan desde la AFA. En el edificio de la calle Viamonte saben que todavía no están dadas las condiciones epidemiológicas y sanitarias para que vuelva el fútbol del ascenso. De hecho, los planteles de la Primera Nacional tendrán que pasar por los testeos la semana próxima, con miras al regreso de los entrenamientos a comienzo de septiembre.

Tanto el bosquejo que trascendió desde la AFA, como cualquier otra idea de formato que se difunda desde ahora en adelante, irá en contra de lo aprobado por la mesa de la categoría el año pasado, y consagrado en el reglamento del torneo. Allí se estipulaba que los dos primeros de cada zona dirimirían el primer ascenso en una final, y que el perdedor se sumaría a un reducido para los equipos ubicados entre el segundo y el cuarto puesto de cada zona. El ganador de este mini-torneo se aseguraría el pasaporte a la Liga Profesional. Un Reducido con todas las letras.

La decisión de que todos los equipos jugaran cuando el fútbol se reanude también obedece a que la temporada "está terminada". Esa frase impide que puedan disputarse las 9 fechas que restan en la competencia tal como estaba planificada. Por eso se habla de una "postemporada" o "fase de ascenso" para justificar este nuevo torneo post-pandemia. El caso es que, en general, sólo los mejores se clasifican a esos play-offs. Salvo en Argentina. Acá, parece que todos juegan.