Para los Leones, un año de transición con la meta en el Mundial de India 2018

Nada más parecido al paraíso deportivo para los Leones, un seleccionado que viene de ser campeón olímpico –lo que nadie imaginaba– y cuyos jugadores mantienen una convicción a toda prueba para no dormirse en los laureles. La concentración de enero en Mar del Plata sirvió para renovar fuerzas y replantear objetivos, que apuntan a la clasificación para el Mundial de la India 2018. Este es un año de transición aunque muy importante, con cuatro concentraciones en Europa, la etapa 3 de la World League en Londres, la Copa América en Lancaster y el objetivo de obtener el ticket de la Copa del Mundo lo antes posible, ya que por primera vez la FIH decidió no darle la clasificación directa al campeón olímpico.

“La idea es seguir superándonos y, fundamentalmente, continuar aprendiendo. Ese es el camino, pero tampoco hay que olvidarse de dónde venimos”, advierte Carlos Retegui, que ahora hace un viraje en la preparación: debido a que tiene a 19 jugadores en las ligas europeas y el calendario de trabajo se complica, impulsa un proceso de enriquecimiento individual para favorecer al conjunto. Una suerte de acondicionamiento más personalizado. Asimismo, el Chapa redobló la apuesta hacia todos los que se colgaron la medalla dorada en Río 2016, pero también perfila el futuro con la incorporación de tres juveniles: Maico Casella, Santiago Tarazona y Thomas Habif, hermano de Florencia y Agustina. Además, hay otros jugadores que nunca habían aparecido en una convocatoria del seleccionado mayor, tales los casos de Ian Rothbart y Gonzalo Merino. El DT entiende que la competencia interna entre los 31 jugadores que integran hoy el grupo dará ese salto de calidad que se necesita para seguir mejorando. Más de un DT extranjero valoró la imprevisibilidad de los Leones para desequilibrar con sus habilidades y ganar partidos ante cualquier potencia.

La vara del equipo está alta y es obvio que nos van a exigir. habrá compromiso, unión, alegría y trabajo

“La vara del equipo está alta y es obvio que nos van a exigir. Vamos a devolver esa demanda con compromiso, unión, alegría y trabajo”, promete Retegui, un intocable para cualquiera de los tres candidatos que asuman la presidencia en abril próximo en la Confederación Argentina. El Chapa es un técnico que exprime al máximo a sus planteles a lo largo de sus ciclos. Sucedió con las Leonas entre 2009 y 2012, hasta que hubo una saturación general. Se verá qué ocurre con los muchachos en el transcurso del tiempo –están juntos desde 2013–, pero el vínculo y el día a día con un grupo de trabajo masculino es totalmente diferente, más directo y sin el trato verbal pulido que exige un plantel de chicas. Entonces, se perfila para una relación más duradera.

Lo único que escapa de las manos de Retegui y que lo angustia es un criterio desigual de la FIH, que recompensa con 750 puntos para el ranking a los campeones continentales de Europa, Asia y Oceanía, y en cambio otorga 589 unidades a quienes se consagren en América y África. Es un reclamo que la Argentina ya elevó durante Río 2016, pero que ni siquiera fue planteado en el congreso de la FIH, en noviembre pasado, en Dubai: “Con ese reparto de puntos es imposible que un seleccionado americano o africano ocupe alguna vez el primer puesto del ranking –se queja Retegui–. No hay manera, por más que salgamos campeones de la Copa América en Lancaster. Me parece un error garrafal, algo muy injusto: Japón, que salió cuarto en Asia, sumó 600 puntos y superó en unidades obtenidas a la Argentina, que es campeón olímpico, bronce en el último Mundial y oro en los Panamericanos de Toronto 2015”.