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Formó parte de una época fabulosa para el polo, integró un equipo que supo de batallas épicas y con él le dio vida al primer gran clásico de este deporte. A los 94 años, falleció anteayer Juan Luis Cavanagh, siete veces campeón argentino y jugador histórico de Venado Tuerto de las décadas del 40 y del 50, cuando los enfrentamientos con El Trébol sirvieron para escribir páginas doradas.
Proveniente de una familia de neta tradición polística, Cavanagh se destacó no sólo por sus conquistas en Palermo en el ámbito local. Con su equipo -él como delantero y acompañado por su primo Roberto y los hermanos Juan Carlos y Enrique Alberdi-, representó al país con éxito en el Petit Mundial de los Estados Unidos, en abril, y en Buenos Aires, en octubre, en 1949; en la IV Copa de las Américas en 1950 ante Estados Unidos, y fue campeón Panamericano en 1951.
Su aparición grande en este deporte fue en 1944, en pleno reinado de El Trébol. Entonces, con seis goles de handicap y junto a su primo, más Enrique y Juan Carlos Alberdi, interrumpieron cinco victorias consecutivas de su rival para alzarse con su primer título argentino. Luego del parate del año siguiente por la Segunda Guerra Mundial, la formación se impuso en los tres años venideros, con el detalle que después de la conquista de 1947 Juan fue subido a nueve, la máxima valorización que ostentó en su prolífica carrera. Al respecto, se lo considera integrante de una trilogía, junto con Manuel Andrada y Heriberto Duggan, de los polistas que debieron llegar al 10, pero, quizá con cierta injusticia (ya había polémica por los handicaps entonces ), no pudieron.
En la consagración de 1949, Luis Duggan se unió al equipo en reemplazo de Roberto Cavanagh y jugó como delantero, pasando Juan a desempeñarse como número dos, manteniéndose Enrique Alberdi de tres y Juan Carlos Alberdi de back. Ya con la formación original, volvió al título en 1950.
En 1955, Venado Tuerto recuperó la gloria después de cinco años, con el detalle que el equipo tenía 38 goles de valorización: era el cuarteto con más handicap ganador de Palermo hasta esa fecha. Esa fue su última conquista, ya que al año siguiente volvió a vencer El Trébol y en 1957 apareció en escena Juan Carlos Harriott (h.) para dominar con Coronel Suárez al polo argentino. Precisamente Suárez, en 1972, ganó con su clásica formación (Alberto Pedro y Horacio Heguy y Juan Carlos -h.- y Alfredo Harriott) con 38 goles de handicap, igualando la marca de Venado Tuerto. Ese cuarteto llegó a los 40 goles en 1974 y en 1975, de nuevo ganador, quebró el récord anterior.
Sobre ese clásico entre Venado Tuerto y El Trébol, cabe decir que jugaron cuatro finales en Palermo, con dos victorias para cada uno. Consultado sobre esos partidos, cuando murió Roberto Cavanagh, en 2002, Alberto Pedro Heguy decía: "Venado Tuerto, con simpleza y fortaleza en el juego, representaba a Boca; El Trébol, con habilidad y fineza, era como River".
Consultado por LA NACION ayer en especial sobre el estilo de Juan, recordó: "Cuando yo recién comenzaba mi carrera llegué a jugar con él, creo que una copa buena, me parece que la Cámara de Diputados. El jugaba de uno y tiraba extraordinariamente al arco, aunque no era su puesto ideal por sus características físicas, porque era más grandote que un delantero tradicional. No llegó al 10, pero se lo merecía. Fue un gran jugador y un hombre excepcional".
Además de jugador, junto con Roberto Cavanagh y Luis Duggan fue director técnico del equipo argentino en la Copa de las Américas de 1966, puesto que tuvo en exclusividad en 1969. Para 1979, continuó en el cargo y cuando convocó al equipo de Coronel Suárez, les dijo: "Ustedes son la selección y las figuras. Pídanme lo que necesiten, que les consiga caballos o lo que precisen. Yo solamente colaboraré en lo que quieran, pero no me pidan que los dirija".
Se fue el último sobreviviente del primer gran clásico del polo argentino. Pero en estos casos se trata sólo de una desaparición física. Su lugar de privilegio en la historia del deporte argentino lo tenía asegurado desde hace muchos años.


