Jugar contra amigos y caballos propios: el especial partido de Adolfo Cambiaso en busca de la final del Abierto de Palermo
A La Dolfina no le alcanza tener un equipazo en el Campeonato Argentino Abierto. La influencia de Adolfo Cambiaso es demasiado grande como para restringirse a cuatro jugadores, y hoy ocho polistas relacionados con La Dolfina tendrán a mano el pase a la final de Palermo, el partido más grande de cada año.
A las 16.30, resolverán la zona A La Dolfina, seis veces seguidas campeón argentino, y La Dolfina Polo Ranch, una suerte de sucursal del club de Cañuelas, formada por dos amigos de Cambiaso (Guillermo Terrera y Diego Cavanagh), un primo de David Stirling (Alejo Taranco) y un polista en ascenso que ingresó este año (Juan Britos).
Se ven muchas veces por semana. Caballerizas, mate cotidiano. Comparten prácticas, con los jugadores mezclados. Abrevan de una fuente principal de caballos: la cría de La Dolfina (aunque La Irenita y La Sterlina cubren su parte). Y eso es motivo de orgullo para el factotum de todo. "Es incómodo este partido. Ellos son amigos míos, y juegan con muchos caballos de mi propiedad. Ir a jugarles con rabia no es fácil; habrá estar concentrado como si fuese una final", contó Cambiaso. Más sencillo se le hace al otro capitán, Diego Cavanagh: "Es un programón jugarle al mejor equipo de los últimos 20 años. Sabemos lo difícil que es ganarle, pero también es un privilegio compartir la cancha".
Conocerse tanto con el rival puede parecer ventaja y desventaja a la vez. Al líder de La Dolfina no le calza. "Fácil no va a ser para ninguno. Es difícil jugar contra amigos y yeguas históricas mías: Carla, Cherokee, Lucky... Un 75%, 80% de los caballos de La Dolfina II es mío. Ayudo en lo que puedo", apuntó el Nº 1. A Cavanagh le da lo mismo: "Es difícil ganarle conociéndolos o no. Muchos que no lo conocen tanto tampoco le ganan", expresó Cavanagh, que exalta el aporte de su padrino polístico: "Estoy muy agradecido. Sin su ayuda se nos haría mucho más difícil, pero los caballos jugarán con la misma intensidad, sin importar que sea contra él".
¿Queda lugar para una sorpresa entre dos formaciones tan desequilibradas en handicap (40 a 32)? ¿Qué pasaría si hubiera un solo gol de distancia al empezar el octavo chukker? "Obvio que se puede ganar. Vamos a luchar hasta el minuto final. Ojalá entremos al último con una chance", deseó el capitán de La Dolfina PR. Y Cambiaso no lo descarta: "Siempre hay margen para un batacazo, y más con canchas que están malas para todos pero emparejan hacia abajo. La Dolfina II ha elevado mucho su nivel", destacó quien se siente parte de los dos lados. "Tengo una alegría especial por que le haya tan bien en el Abierto al equipo que apadrino con caballos. Somos rivales, pero no voy a sacarle los caballos el día en que jugamos en contra. Si llegamos a no ganar, nos iremos al campo y apoyaremos a La Dolfina II", sostuvo Dolfi.