Quiénes son las primerizas que jugarán la final de Roland Garros

PARÍS.– No estará la número 1 del mundo, la japonesa Naomi Osaka, eliminada en la primera semana. Tampoco la tercera del ranking, la rumana Simona Halep, que además defendía el título. Ni otras tenistas reconocidas, como Serena Williams, Angelique Kerber y Petra Kvitova. La final femenina de Roland Garros estará a cargo de dos jugadoras que por primera vez pisan una definición de Grand Slam. París alumbrará una nueva campeona, cuyo nombre surgirá del duelo entre la australiana Ashleigh Barty, 8ª del ranking, y la joven checa Marketa Vondrousova (38ª), dos de las caras nuevas de un circuito femenino en el que reina la irregularidad: la temporada muestra 22 campeonas en 26 torneos (sumaron dos coronas cada una Kiki Bertens, Karolina Pliskova, Kvitova y Dayana Yastremska).

No les faltaron altibajos a las semifinales. Barty se impuso a la estadounidense de 17 años Amanda Anisimova (51ª), la revelación del certamen, por 6-7 (4-7), 6-3 y 6-3, y Vondrousova sorprendió a la británica Johanna Konta (26ª) por 7-5 y 7-6 (7-2). Barty estuvo al frente por 5-0 en el primer parcial y tuvo dos set-points, pero cedió seis games seguidos; se adelantó a 4-2 en el tie-break, pero luego perdió 17 puntos en fila, y quedó 0-3 en el segundo set. Luego ganó seis juegos consecutivos, obtuvo el segundo parcial y resolvió con solvencia el tercero. En la otra semifinal, Konta ganaba por 5-3, pero no selló el set y después cedió cuatro games sucesivos.

La final será este sábado, cerca de las 10 de Buenos Aires, en el estadio central. Vondrousova, de 19 años, con apenas un título de WTA en su haber (Bienne 2017), es una zurda con revés de dos manos que creció jugando sobre polvo de ladrillo en Praga. Con su pase a la final, se aseguró el ingreso al top 20, y será la 11ª en caso de proclamarse campeona. Se convertiría en la segunda checa ganadora en París, 38 años después del triunfo de Hana Mandlikova.

Barty, en tanto, tiene ya confirmado el ascenso del octavo puesto al tercero en la clasificación de la WTA que aparecerá este lunes, y quedará como la número 2 si conquista el título. Impulsada por el legendario Rod Laver, la chica de Queensland aspira a transformarse en la primera australiana vencedora sobre el polvo de ladrillo francés desde la victoria de la mítica Margaret Court en 1973. Desde entonces, la única compatriota que jugó la final en Bois de Boulogne es Samantha Stosur, que perdió en 2010 contra la italiana Francesca Schiavone.