Andrew Mehrtens: “La Argentina puede llegar a las semifinales del Mundial”

CHRISTCHURCH, Nueva Zelanda.- Dan Carter y Richie McCaw jugaron el viernes su último partido en esta ciudad con la camiseta de los All Blacks. Cuando los nombraron por los altoparlantes, cuando McCaw apoyó el try o cada vez que Carter se alistaba para patear a los palos, el público, considerado el más bullicioso de la nación, entró en ebullición. Christchurch es la segunda ciudad del país, pero en materia de rugby está en lo más alto. No sólo es la cuna del mejor apertura de esta era y máximo goleador de todos los tiempos y del capitán más emblemático de los All Blacks, dos de los 11 jugadores de los Crusaders (el máximo campeón del Super Rugby) que había en el equipo de Steve Hansen entre los 23, sino de una larga lista de leyendas del rugby de este país. Como Andrew Mehrtens, el antecesor de Carter con la 10, quien también regresó a su hogar (es oriundo de Sudáfrica pero desde chico vivió Christchurch, de donde es su familia).

Apertura durante 10 años de los All Blacks y a lo largo de tres Mundiales (95, 99 y 2003), Mehrtens era el máximo anotador en la historia del seleccionado hasta la aparición de Carter. De regreso de Sydney, donde reside y trabaja en finanzas, para comentar el partido entre los All Blacks y los Pumas para Sky TV, encontró un agujero entre el rugby y tanta los requerimientos familiares para hablar con LA NACION.

"No creo que Argentina haya jugado mal, sucede que Nueva Zelanda jugó un gran partido. Pero creo que los dos pueden mejorar", opinó. "Nueva Zelanda fue muy inteligente en neutralizar las fortalezas de la Argentina. La Argentina jugó un buen partido, pero puede crecer mucho más. Lo mejor es que les dio rodaje a un buen grupo de jugadores jóvenes. Jugar contra el mejor equipo del mundo, en Nueva Zelanda, es una gran experiencia para esos jóvenes."

-¿Qué rescata del juego de los argentinos?

-Pueden confiar en lo que están haciendo. Tienen que mejorar mucho en ataque para crear espacios y vulnerar la defensa rival. La defensa de los All Blacks estuvo bien organizada, y cuando la Argentina jugó bien con la pelota, luego de tres o cuatro fases no pudo penetrar ni generar agujeros en la defensa.

-¿Cuáles de esos jóvenes que mencionaba le gustaron?

-Isa impresionó muy bien. Argentina es famosa por su primera línea, pero la tercera línea también es una de sus fortalezas. Me encantan Leguizamón y Fernández Lobbe, son grandes jugadores. Y si logran integrar a estos jugadores jóvenes que tienen buenas destrezas, van a seguir creciendo.

-¿Qué le aportó el ingreso de la Argentina al Rugby Championship?

-Lo bueno del Rugby Championship es que uno juega contra equipos de distinto estilo. Australia mueve la pelota, Argentina es muy físico, Sudáfrcia y Nueva Zelanda son una combinación de ambos. Si Argentina consigue un balance entre ambos y aprende de sus rivales, puede crecer aún más.

-¿Cómo ves el progreso de los Pumas a lo largo de estos tres años?

-Es de una gran utilidad para la Argentina el hecho de jugar contra rivales como Nueva Zelanda y Australia. Disfruté mucho ver el éxito de los Pumas en 2007, pero jugaban un rugby muy físico, un rugby negativo en el sentido de que priorizaban evitar que el otro pudiera jugar antes que buscar jugar ellos mismos. Argentina tiene que superar esa tradición de jugar de manera defensiva y volver al juego de ataque que recuerdo tenía en los 80, y jugar este certamen le está ayudando mucho en eso.

-¿Qué opina del ingreso de un equipo argentino al Super Rugby y de la decisión de la UAR de no permitir a los jugadores que actúan en Europa formar parte del seleccionado?

-Es fantástico que la Argentina ingrese a una competencia profesional. Pero teniendo tantos jugadores actuando en Francia, creo que va a ser difícil formar un equipo competitivo teniendo un solo equipo en el Super Rugby. Así se privarán de contar con una buena cantidad de buenos jugadores. Quizás deberían ir más despacio y esperar a tener tres o cuatro equipos en una competencia profesional. Va a ser difícil al inicio.

-Se acerca el Mundial. ¿Qué rugby espera ver allí?

-Todo el mundo habla de que en los mundiales se juega de manera defensiva. El Super Rugby demostró que se puede ser exitoso combinando la defensa con un juego de ataque. Para ganar hace falta marcar puntos. Australia fue campeón en 1999 con un rugby de ataque. Hay que tener un ataque inteligente. Espero que podamos ver un buen espectáculo.

-¿Y cómo piensa que le irá a la Argentina?

-Creo que todo es posible en un Mundial. Si consiguen un buen balance entre sus fortalezas como la defensa y el scrum, pero le agregan peligro a su ataque, tienen jugadores de calidad como para meterse en semifinales.

-¿Podrán los All Blacks defender el título?

-Creo que el de los All Blacks es un gran equipo. En cada posición tienen un buen número de jugadores. Pero en un Mundial todos tienen la oportunidad. Inglaterra puede marcar diferencias por ser local, Gales tiene muy buenos jugadores, Australia mejoró el scrum y tienen un ataque temible. Cualquiera puede ganar.

-Te tocó jugar en una época en la que los All Blacks eran los mejores pero no podían rubricarlo en los Mundiales. ¿Por qué pasaba eso? ¿Es tan diferente un Mundial a un Test Match?

-Para ganar un Mundial también hace falta suerte. Es como ganar tres finales seguidas, y eso es muy difícil de lograr. Todos juegan contra los All Blacks como si fuera una final. En cuartos de final, en semifinales y en la final, los rivales juegan el partido de sus vidas. Es muy difícil. Igualmente no es una excusa.

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