Pedro Mercerat, encendido: su efectividad hace ilusionar a La Plata

LA PLATA.– En el eléctrico devenir del Nacional de Clubes, donde cualquiera le gana a cualquiera y todo puede pasar en las últimas dos fechas, hay una variable que se mantiene inalterable: la efectividad de Pedro Mercerat. Con 86 puntos en cuatro partidos, el fullback de La Plata es el máximo goleador del certamen y se perfila como la figura, prolongando el buen desempeño que evidenció en el pasado torneo de la URBA.

Ayer, el indómito andar de La Plata encontró un freno en el Noroeste. En un partidazo, Tucumán Rugby le cortó el invicto con un vibrante 44-39 que se resolvió sobre el final. Pero Mercerat mantuvo su impulso anotador: acertó sus nueve envíos a los palos (seis penales y tres goles) y sumó 24 puntos. Aunque no alcanzó para ganar, La Plata mantiene inalterables sus aspiraciones de clasificarse a cuartos por la Zona 3.

"Fue un buen partido, durísimo. Ellos jugaron muy bien", admite Pepu, como lo conocen en Gonnett. "Arrancamos medio flojos, pero mejoramos el segundo tiempo. Eso es lo más positivo. Seguimos con la línea del año pasado de entrenar duro, salir a la cancha con mucha actitud y mucha agresividad. El objetivo para este año es agregarle cosas al juego."

Ser el jugador del momento no lo marea. Al contrario: le da prioridad a lo colectivo y machaca sus errores. Juega en La Plata desde los cuatro años y hoy, a los 25, lleva seis temporadas en el plantel superior. Y como si toda su vida fuese poca, su papá también defendió los colores del Canario.

En 2014 fue el goleador y mejor jugador del Top 14 de la URBA. Sin embargo, luego de ser Pumita en 2010 no volvió a ser tenido en cuenta para los seleccionados. "Todos los que jugamos al rugby en la Argentina soñamos con estar en los Pumas o en algún seleccionado, pero tampoco me vuelvo loco ni salgo a la cancha pensando en eso", responde con sincera humildad. "Es cuestión de gustos, de los entrenadores. Mi objetivo es entrenarme y jugar bien para darle todo al club. Si como consecuencia me llaman, bienvenido sea."

Cuando habla de rugby lo hace con pasión, aunque su vida no sólo pasa por la ovalada. Estudia derecho, trabaja en un estudio jurídico, le gusta el fútbol (es hincha de Estudiantes) y pasar tiempo con sus amigos.

En 2013, La Plata se quedó afuera de los playoffs del Top 14 y en 2014 miró el Nacional por televisión. Pero demostró de qué está hecho al llegar a las semifinales del certamen porteño. "El año pasado generamos un cambio y ahora lo estamos afianzando. Pasamos a tener una actitud ganadora y comenzamos a suplir nuestros errores con la desesperación de querer quedarnos con cada partido", acepta el goleador. "Pero a todo lo bueno que venimos haciendo le tenemos que agregar juego, porque de lo contrario no nos va a alcanzar. Hoy (por ayer), aunque perdimos, dimos un paso adelante en ese sentido y por eso nos quedamos contentos".

Ahora, La Plata quiere replicar aquel logro a nivel nacional. " Sueño con ser campeón con La Plata y creo que esta camada se merece un título. Es muy difícil, pero nosotros estamos dando pelea y no es imposible", se ilusiona. "Pero antes de arrancar el torneo no sabíamos dónde estábamos parados. No podemos relajarnos ni darnos el lujo de mirar más allá de lo inmediato. Somos un equipo que le puede ganar a cualquiera, aunque somos conscientes de que no nos sobra nada."

Entre fines de 2014 y principios de este año, Mercerat tuvo un efímero paso por el rugby profesional francés (en Union Sportive Bressane, de la tercera división), pero volvió porque la ciudadanía se demoró. "Fue una experiencia muy buena. En cuanto a lo rugbístico, aprendí mucho en relación con la forma de entrenar, de prepararse, de la dedicación y del tiempo que se necesita para perfeccionarse", cuenta. "Además, pude conocer otra cultura y eso siempre significa un crecimiento".

El más beneficiado con su regreso fue La Plata, que recuperó su efectividad. "Me siento muy bien y estoy con confianza, pero creo que puedo mejorar un poco en cuanto al juego", confiesa. No se cree ídolo ni mucho menos. "Próceres son los del 95", asegura en referencia a los primeros campeones de La Plata. Su sueño pasa por imitarlos.