Súper Bowl: Patrick Mahomes, el joven maravilla que revoluciona la NFL
Patrick Mahomes soñaba con ir a Disney World. Cuando tenía 17 años y cursaba el último año del colegio secundario, expresó ese deseo a través de Twitter. No tardó demasiado en hacerlo realidad. Mahomes condujo a Kansas City Chiefs a su primer título de la NFL en 50 años y se convirtió en el quarterback más joven en ser reconocido como el Jugador Más Valioso (MVP) del Super Bowl .
"Apuesto a sería fantástico ser el quarterback que dice ‘Me voy a Disney World’ tras ganar el Super Bowl", twiteó Mahomes en febrero de 2013, en referencia a una tradición que comenzó a fines de los 80 (con muchos dólares de por medio) que consiste en que el equipo ganador del Super Bowl festeja el título en un desfile por la calle principal del famoso parque temático.
Con 24 años, Mahomes está más para los Avengers que para Mickey Mouse y el perro Pluto. De hecho, su performance en la victoria 31-20 ante San Francisco 49ers tuvo mucho de épico. En desventaja 20-10 a 8m del final y opacado hasta allí por la feroz defensa de 49ers, apareció en el momento preciso para dar vuelta el partido y darle el segundo trofeo Vince Lombardi a Kansas City en su historia.
Desde que en la temporada anterior, en su segundo año como profesional, asumió la titularidad de los Chiefs y fue elegido MVP del año, Mahomes se ha convertido en uno de los jugadores más deslumbrantes de la NFL. Es una máquina de anotar touchdowns y tiene una increíble capacidad para lanzar pases en movimiento y fuera de posición, de una manera muy poco ortodoxa. Y con un temple asombroso para su juventud como lo demostró en ese lapso final del Super Bowl disputado en el Hard Rock Stadium de Miami.
En la temporada regular, el MVP fue para otro joven mariscal de campo, Lamar Jackson, de Baltimore Ravens (23 años). También revolucionario, pero más por sus condiciones atléticas y su capacidad de correr con la pelota que como pasador y estratega.
Mahomes, en cambio, pese a su juventud demostró estar cortado por el molde de los grandes. Si San Francisco estaba cómodo con cómo estaba dominando a Mahomes, al que había interceptado en dos oportunidades, y la ventaja que había sacado, se equivocó. Mahomes y Kansas City están acostumbrados a este tipo de remontadas. Sin ir más lejos, es lo que había hecho en los dos partidos previos por los playoffs. Ante Houston Texans, en el primer cruce, dio vuelta una desventaja de 28-7. Ante Tennessee Titans, en la final de conferencia, también llegó a estar abajo por 10. Las dos veces terminó goleando.
El domingo, luego de un primer tiempo parejo (10-10), la defensa de San Francisco tomó el control entre el tercer cuarto y la primera mitad del último. La línea defensiva presionó a Mahomes y forzó dos pases interceptados. San Francisco consiguió un gol de campo y su segundo touchdown para adelantarse 20-10. La magia del joven maravilla brillaba por su ausencia.
Faltaban 8m53 cuando Mahomes tuvo la pelota en su poder luego del primer despeje de San Francisco en todo el partido. La primera prueba de fuego llegó con un tercer intento con 15 yardas por avanzar: Mahomes, con dos hombres encima, sacó un pase de 44 yardas para Tyreek Hill para mantener viva la serie. Una sola acción cambió el partido. Cuatro jugadas más tarde conectaba con el ala cerrada Travis Kelce para el touchdown.
Kansas City recuperó la pelota rápido y con 5m10 Mahomes volvió a tener el control. Sólo necesitó 2m26 para poner a su equipo al frente, serie que incluyó un quirúrgico pase de 38 yardas a Sammy Watkins (24-20). Más tarde Damien Williams sentenció el partido con una corrida de 38 yardas.
Muchos fanáticos reaccionaron pidiendo que Williams fuera elegido MVP. Sus números ciertamente lo valían: 104 yardas por tierra, dos touchdowns. Las estadísticas de Mahomes estuvieron lejos de ser estelares: 286 yardas, dos touchdowns, dos intercepciones. Fue el momento en que apareció Mahomes en todo su esplendor lo que lo hizo merecedor de todos los flashes.
Un año atrás, Mahomes y Kansas City se quedaron a un partido del Super Bowl al perder ante Tom Brady y New England Patriots la final de conferencia, un partido infartante que se fue hasta tiempo suplementario. Ahora Mahomes supera a Brady como el quarterback más joven en ganar el MVP de la final, y el tercero en total detrás de Marcos Allen y Lynn Swann.
Kansas City Chiefs, reconocido por tener una de las hinchadas más ruidosas y fieles, volvió a festejar 50 años después de su último y único título previo. Andy Reid dejó de ser el head coach con más victorias sin tener un anillo de campeón.
La celebración empezó en Disneyland. El joven maravilla apenas comienza a escribir su historia.
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