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Después del triunfo croata en el dobles, que le da una cuota de suspenso a la definición de la serie de la Copa Davis, Goran Ivanisevic e Ivan Ljubicic fueron por distintos caminos . El último campeón de Wimbledon mostró toda su cortesía para referirse al público argentino, mientras que Ljubicic optó por referirse a los "problemas de doping" de los jugadores argentinos.
El zurdo Ivanisevic, la gran figura en el éxito del dobles visitante, empezó por aclarar que hoy no jugará: "No hay ninguna posibilidad de que juegue el single. Si estuve en el dobles sólo fue porque podía sacar una vez cada cuatro games. Hoy (por ayer) tuve algunos problemas durante el primer set; después mejoré mucho. En los individuales hay que sacar cada dos games y mi hombro izquierdo no lo resistiría durante cinco sets".
Al ser consultado sobre el comportamiento de la gente, Ivanisevic no dudó en señalar: "Este es el mejor público ante el que jugué en mi vida . Ellos cantaron y alentaron a sus jugadores todo el partido; eso me puso feliz y me inspiró para jugar". El feeling entre Ivanisevic y la gente ya se había demostrado cuando el ex N° 2 del mundo le arrojó su raqueta a la platea, y se retiró del court central del Buenos Aires sin camiseta y envuelto en aplausos.
Su compañero apuntó distinto: "Consideramos que estábamos en condiciones de ganar el primer set porque somos mejores jugadores. Tuvimos algunas oportunidades, pero no las aprovechamos".
Ljubicic, que tras la caída ante Gaudio dio a entender que los jugadores argentinos "tenían algunos problemas para interpretar los reglamentos" de la Federación Internacional, decidió ir más lejos y explicó: "Me refiero a problemas de doping. En los últimos diez años, solamente dos jugadores dieron positivo en los controles y dio la casualidad de que los dos eran argentinos. Considero que Chela y (Guillermo) Coria no necesitan tomar nada, porque son muy buenos jugadores".
Más allá de olvidarse de otros casos positivos, como Korda, Novacek, Truyol o Wilander, Ljubicic fue tan realista como poco cortés. Acaso, su finalidad oculta haya enfocado a crear un clima especial para la jornada decisiva, en la que, curiosamente, debe jugar con... Chela.
Vale recordar que, en un tono similar, en la primera jornada comentó: "El público no fue nada correcto conmigo, pero era lo que me esperaba". Igual, su escaso manejo de las relaciones públicas no opaca la imagen amable de los croatas.
El calvo visitante expresó: "Nos vamos mucho mejor que en el primer día porque sobrevivimos y nuestras posibilidades se mantienen; además, sabíamos que la Argentina llevaba 12 años sin perder en dobles en Buenos Aires. ¿El partido con Chela? "Supongo que será parecido al que tuve contra Gaudio. Difícil; sólo espero tener un poco más de suerte".
De su paso por nuestro país, Goran Ivanisevic se llevará por lo menos un trofeo: una camiseta que le regaló Ariel Ortega, que anteayer estuvo en el Buenos Aires. Ivanisevic, admirador del Burrito , aclaró que, en cuanto al fútbol argentino, es hincha de Boca.




