Jonathan Erlich, la carta argentina del equipo israelí

Siempre tuve el sueño de jugar con la Argentina. Me fui del país siendo un bebé, prácticamente, pero siempre tuve el corazón allá, tengo conexión

"Llegué muy tarde a Houston después del viaje, estaba cansado, me fui a dormir, de casualidad dejé mi teléfono móvil encendido y al rato de apoyar la cabeza en la almohada me desperté por la cantidad de mensajes que empecé a recibir. No entendía nada. Sonaba, sonaba y sonaba. Me escribían desde Israel, desde la Argentina, de todos lados. Cuando reaccioné y me enteré, no lo podía creer, no me dormí más. Me temblaba el cuerpo, sentí una emoción enorme. Era lo que tanto había soñado." Son las 18.15 en esa porción del estado de Texas, las 20.15 en Buenos Aires y las 2.15 en Tel Aviv. Jonathan Erlich terminó de entrenarse con el eslovaco Michal Mertinak en uno de los courts del Fayez Sarofim & Co. U.S. Men’s Clay Court Championship, el ATP 250 de Houston, y atiende a LA NACION. Todavía le palpita la voz. Sucede que pese a su extensa experiencia en el circuito de las raquetas (tiene 37 años), Erlich siempre soñó con enfrentarse con la Argentina, el país donde nació, en abril de 1977, pero que dejó antes de llegar al año de vida para mudarse a Israel junto con sus padres. Y en septiembre próximo lo podrá hacer en el repechaje de la

Copa Davis

.

Lo curioso, además, es que Erlich, nacido en la ciudad de Buenos Aires (en Belgrano) y todo un especialista en dobles, tiene como compañero a otro rioplatense: el uruguayo Andy Ram, de 33 años y nacido en Montevideo. Se conocen desde antes de ser adolescentes, se desarrollaron en la misma academia, juegan juntos profesionalmente desde hace una década y media, tienen el récord de mayor cantidad de victorias para Israel en esa especialidad (19-7) y llegaron a ser la pareja número 5 del ATP Tour en 2008. Ese mismo año ganaron el Australian Open. Y en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se dieron el gran gusto de eliminar en la segunda rueda a los suizos Roger Federer y Stanislas Wawrinka, que defendían la medalla dorada de Pekín 2008. La mejor actuación de Israel en la Copa Davis fueron las semifinales de 2009 (cayó con España), y Erlich y Ram tuvieron mucha responsabilidad en ese logro, consiguiendo el punto del dobles en los cuartos de final frente a Rusia, ante Marat Safin e Igor Kunitsyn.

--- La palabra de Martín Jaite: "Israel es un rival incómodo" ---

"Siempre tuve el sueño de jugar con la Argentina. Me fui del país siendo un bebé, prácticamente, pero siempre tuve el corazón allá, tengo conexión. Soy un gran fanático del fútbol. Además, tengo una familia muy grande que sigue viviendo en la Argentina. Hablé con mi padre, Daniel, esta mañana (por ayer) y estaba muy feliz. Tiene 60 años y me dijo que está en aprietos, por primera vez no sabe quién quiere que gane la serie. Y ya lo llamaron varios familiares de Buenos Aires diciéndole que quieren ir en septiembre a Israel", sonríe Erlich desde EE.UU., y con picardía se apresura a aclarar que no tiene parentesco con el actor Norman Erlich. "El apellido se escribe igual, pero nada que ver. Antes de que me lo preguntes, lo aclaro."

¿Con qué clase de equipo se encontrará la Argentina? Según el actual N° 73 del mundo en dobles, con un conjunto que no brilla ni tiene grandes figuras, pero que es humilde, unido y que desde allí se fortalece. "Somos una selección que está jugando junta desde hace muchos años, que nos conocemos, nos apoyamos, somos grandes amigos, los jugadores de otros tiempos también nos apoyan. Y tratamos de hacer la diferencia en esas cosas. La mayoría de los equipos que nos enfrentan son favoritos, pero siempre buscamos la sorpresa", explica el porteño, que en 2010 logró el título de dobles en el exclusivo Queen’s Club londinense junto con el serbio Novak Djokovic. "Nole tuvo un gesto grande: me ayudó a jugar Queen’s por su ranking, yo había estado inactivo durante un año por un problema en el codo derecho; nos anotamos y fuimos campeones."

Por una cercanía idiomática, sobre todo, Erlich tiene buena relación con muchos de los argentinos del circuito. Es más, ayer se cruzó en Houston con Juan Mónaco y ya empezaron a bromear pensando en la serie que se jugará después del US Open. "Con todos me llevo muy bien. Con Charly Berlocq, Juan Martín (Del Potro), Nalbandian, incluso me crucé muchos mensajes con Jaite", dice, animado. Y agrega que en septiembre en Tel Aviv se siente mucho el calor. "Quizá juguemos al aire libre, pero hay posibilidades de que sea bajo techo también. El público es muy caliente, grita, nos acompaña; se parece mucho a la hinchada argentina. Aunque también tenemos una gran comunidad argentina en Israel y estarán divididos. Será una fiesta, sin dudas", concluye Erlich, todavía conmovido.