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A la hora de cotejarse en clásicos en la recta de Palermo y San Isidro, las yeguas ejercen actualmente un marcado dominio sobre los caballos. Este año, por ejemplo, aquéllas se adjudicaron cinco de las seis pruebas de Grupo en la que se enfrentaron a los ejemplares del sexo opuesto, incluyendo las tres citas de primer nivel. En la única derrota, en el Santiago Lawrie, sólo hubo una hembra en los partidores.
Esta tendencia, incluso, podría decirse que comenzó a construirse en la máxima categoría en diciembre de 2002, cuando Shine Bridge ganó el Gran Premio Félix de Alzaga Unzué (G 1), en el césped. Allí, además, las yeguas Talk me Again y Symbolic llegaron segunda y tercera, respectivamente. Desde entonces, ocho de los diez cotejos de Grupo 1 que se efectuaron fueron ganados por yeguas, incluso todos los que se llevaron a cabo en el Argentino.
Para el entrenador Carlos Zarlengo, este suceso "es una constante desde hace muchos años; lo viví desde mis comienzos en La Quebrada, con mi padre y con Tomás Arana, allá por 1976". Y lo fundamenta: "De las 56 carreras de Grupo 1 que gané, la mayoría fueron en la recta y con yeguas".
El preparador de Wally y Spiny, entre otras grandes ligeras, tiene pergaminos y experiencia como para sostenerlo y dar más detalles. "Ellas son más veloces y livianas; con poco vareo se las puede correr. También son más delicadas: no comen si te pasás en los trabajos. El macho es más fuerte y se lo puede exigir más", subraya Zarlengo.
Su colega Juan Carlos Maldotti comparte los conceptos respecto de la preparación, pero dice que "puede ser una casualidad la tendencia actual. Entrené tanto yeguas como caballos velocistas muy buenos". No obstante, marca una diferencia: "En la recta pueden correr de igual a igual sin problemas, pero en la larga eso es más difícil".
Forty Doriana, Miss Victory, Forty Miau y Queledén Candela son algunas de las yeguas que sobresalieron ante los machos en los últimos ocho meses. Juan Carlos Etchechoury (h.), cuidador de ellas, relativiza los triunfos. "Creo que se nota más porque las yeguas tienen más chances de correr contra los caballos en las carreras cortas que en las de media o larga distancia", señala, y agrega: "Igualmente, si el animal tiene muchas condiciones puede ganarles a los del otro sexo en cualquier recorrido".
"Debe ser una casualidad. Un caballo muy bueno ya quedó demostrado que puede vencer a las yeguas", coinciden Jorge Valdivieso y Pablo Falero, los jockeys con más triunfos en actividad. Ellos también comparten otro concepto: "Para trabajarlos, cada ejemplar tiene su genio".
Al momento de correr, en cambio, "Valdi" encuentra algunas diferencias. "En general, las yeguas son más ágiles, más hábiles en los primeros metros de la carrera". Y el uruguayo recuerda: "En su mejor año, Dionisio Tom era imbatible. Sebi Halo e Imperial Roy también tuvieron su racha".
Cualquier semejanza con la realidad puede ser una casualidad, pero lo cierto es que ahora mandan ellas.
Desde 1992, son seis los cotejos de Grupo 1 en los que se miden hembras y machos en la temporada. Con siete éxitos en trece ediciones, la mejor efectividad de las yeguas es en el Estrellas Sprint, que se corre alternadamente en Palermo y San Isidro.
Asimismo, las hembras llevan tres triunfos consecutivos en el Félix de Alzaga Unzué, en el césped del hipódromo del Jockey Club; acumulan otros tantos de los últimos cuatro Gran Premio Ciudad de Buenos Aires, en el Argentino, y en el Maipú, en Palermo, suman el mismo número de éxitos en las cinco ediciones más recientes.


