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La resistencia de las estructuras de los autos de carrera volvió a convertirse en el centro del TC. El fatal accidente que involucró a Guillermo Castellanos, el domingo último en Comodoro Rivadavia, reabrió el debate sobre la seguridad de los coches. El riesgo de los golpes laterales es una gran preocupación para los dirigentes de la ACTC, un tema delicado que por el momento no tiene solución. La eliminación de los acompañantes y las modificaciones que se producirán a partir de 2008 -se desplazará hacia el centro la butaca del piloto, se colocarán pontones laterales y se producirán innovaciones en los diámetros y espesores de las aleaciones de las estructuras- provocarán un nuevo avance técnico en la búsqueda de la tranquilidad. El riesgo cero en este deporte no existe, siempre se convive con el peligro, suelen afirmar pilotos y preparadores.
En declaraciones al diario Popular, que fueron reproducidas por la agencia DyN, el comisario técnico de la ACTC, Carlos Marchese, se refirió en las últimas horas al accidente y defendió la seguridad de los chasis de los autos de TC. "La estructura aguantó bien, lo que ocurre es que un golpe lateral tan violento no lo para ninguna estructura en el mundo", señaló. Y agregó: "La seguridad de los autos de TC es apropiada; lo que no pueden manejarse son los riesgos propios del automovilismo. En la inmensa mayoría, las estructuras son seguras. Diría, a título personal, en un 90%. Y lo son más allá del tiempo que se utilicen para correr, porque cada chasista siempre apunta a que los autos sean bien rígidos para ganar en competitividad", manifestó Marchese, que también se refirió a los cambios reglamentarios que se producirán en el futuro. "Estimo que en 2009 los coches contarán en la parte frontal y en los laterales con dispositivos deformables para la absorción de impactos, además de barras protectoras en las puertas."
Después del choque múltiple se mencionó con insistencia que el auto de Castellanos no sufrió desplazamiento en la estructura tubular; este detalle fue señalado por Marchese. "La rigidez de los vehículos permite mayor seguridad y puede mantenerse por dos o tres años. Esa es una de las razones por las cuales los constructores actualizan los autos en forma permanente. Si el auto flexiona pierde rendimiento y desde ya que nadie quiere que eso suceda. En definitiva, a mayor rigidez, mayor seguridad", afirmó el comisario técnico, que sin embargo hizo una dura crítica sobre la actitud de algunos preparadores y pilotos: "Muchos le dan importancia a la rigidez de los chasis, pero por cuestiones que hacen al rendimiento, a la performance, no porque piensen en la seguridad. También, suele ocurrir que algún corredor prefiera invertir en un cardan de carbono, en lugar de hacerlo en un casco y un buzo antiflama adecuados", aunque reconoció que el casco de Castellanos no tenía rasguño alguno.


